lunes, 4 de noviembre de 2013

Ley ¿Ocultamiento o develamiento?


“La ley es positiva, está puede alegar ignorarla y todos deben ajustarse a sus dictámenes. La norma, en cambio, es vaga, se resiste a ser conocida y es recalcitrante a la representación consciente; no está dicha ni escrita; es ubicua, es inminente a las prácticas en las que se actualiza. Su fuerza depende de su oscura invisibilidad y su omnipresencia.”[1]


A partir de la creación del “Estado” como concepto y directriz política para ejercer el poder un territorio limitado en occidente,  se fortalecieron los códigos jurídicos, cuya principal función fue y continua siendo el control de los “ciudadanos” para los fines propios del discurso que el Estado proporciona. La hipótesis central del ensayo será el analizar a partir de El Extranjero[2] , obra narrativa de Albert Camus y La Sabiduría del Amor de Finkielkraut [3]  analizar el ocultamiento del ser en el  humano que surge a través de ejercer las leyes en occidente. Haciendo una lectura sintomal/atenta de esta práctica, observando sus inconsistencias.


En el capitulo cuarto de la segunda parte del libro “El Extranjero”  encontramos al personaje principal, Meursault, presente en un juicio en cual se delibera su sentencia por parte del procurador y el abogado ejerciendo así la ¿justicia? y el derecho para poder resolver el asesinato cometido por el protagonista. Mientras el procurador y el abogado discuten, Meursault interviene, con lo que su abogado responde: “Cállese, conviene más para la defensa”[4]Esta orden decretada por el abogado niega de forma rotunda la participación del acusado, siendo únicamente la voz de los interlocutores activos valida para decidir la sentencia. ¿Qué tenemos ahora? ¡El aniquilamiento evidente de la escucha del individuo en su propio  juicio! La institución jurídica propicia que el hombre deje de serlo para convertirse en un objeto el cual por medio de imposiciones sociales dictadas por un discurso, haga, deshaga, hable o guarde silencio a partir de su deber ser en el mecanismo social (económico). Quien debe hablar es el facultado por instituciones “especialistas” en el tema, en este caso, el derecho. La institución que tiene su base en promesa al bien común no hace más que des-individualizar al sujeto dejándolo como algo que hay que clasificar, acomodar, controlar, vigilar, castigar, para fines que el sujeto ignora.


¿Qué pasa con la palabra del sujeto? Es silenciada por diversos agentes (discursos, sujetos, normas, leyes, posturas, dictámenes, etc.) pertenecientes a la formación de una identidad llamada nación. La palabra, expresión del lenguaje a través de la articulación de signos que sirve para comunicar, develar al sujeto en un tiempo y espacio queda reducida al silencio.  Siendo la palabra,  el puente para relacionase con el Otro, el inconsciente material, la manifestación subjetiva [5] de una persona, nos enfrentamos a un problema jurídico-humano. ¿Se puede clasificar, acusar, encerrar, medicar, juzgar, la subjetividad de una persona? No. Sin embargo es posible hacer creer que sí a través de la creación de discursos que, aseguran, a partir de pertenecer a ellos lograr un progreso, formar una identidad, si es que se siguen ciertas normas.


“La providencia hace del hombre un juguete, lo ata a Dios, le quita la propiedad de sus acciones al inscribirlas en un plan general”[6]


Se presenta la ausencia de identidad, de pertenencia.

“¿Habrá un cimiento sólido para el ser en el “Tengo…”, en el “Yo manejo…”, en el “Puedo, gracias a mis muletas tecnológicas…”, en el “Me parezco a…”, en el “Estoy en el roster de los…”, en afirmar: “Soy discípulo de…, un creyente en…,un miembro de…, un consumidor de…”? Esas y muchas más son las respuestas que ofrece el discurso de los merados al sujeto huérfano de Padre”[7]


Así es como se vuelve insostenible el discurso de identidad hacia algo, alguien. Insostenible pero rentable y posible. Retomando a Camus, en su novela ¿qué hace Meursault si no romper estos paradigmas discursivos de origen, relaciones carnales/pasionales/de pareja, vida/muerte, etc.?  Mersault es un sujeto inmerso ante una realidad a la cual la única manera que tiene él de sustraerse es el preguntar o dialogar para sí mismo. Estos constantes diálogos son presentes durante la narración. Es esta acción, el cuestionarse, el encontrarse en medio de decretos, afirmaciones, etc. que da pie a que el protagonista se de cuenta del absurdo de lo que regular su realidad. ¿A través que llega estos cuestionamientos y diálogos internos? Por, en y a través del lenguaje. En tanto el lenguaje es la máxima limitación entre los hombres para nuestra liberación o en términos de Finkielkraut – ver el rostro del Otro-  es de la misma manera, el canal y medio en el cual el hombre puede reconocerse como tal. ¿De qué forma se revela esta relación con el lenguaje y cómo las leyes pueden dis-poner revelación u ocultamiento?


“Eso que “sobra”, irreductible al cálculo, el inconsciente, permite que se fabriquen los sueños, que se pongan en acción los procedimientos poéticos, que se pinten los cuadros y se compongan las obras musicales así como el goce que brota en el espectador , en el soñante, en quien asiste a lo incalculable de los encuentros sorpresivos de las palabras y de los cuerpos”[8]


Ante la propuesta de Braunstein complementaría que en la poesía escrita es donde el lenguaje impreso en códices  legibles al ojo son arrojados para la liberación del hombre ya que es en la poesía donde, las “incoherencias”, lo “Imposible”, no solamente se puede decir y leer, también se transmite el sentimiento y se vive en el momento. La lógica y la razón de ven destruidos por sus propios grafismos, una especie de deconstrucción derridiana a través de la poesía.


Finkielkraut menciona: “Para tener la revelación del otro, hay que perder la iniciativa propia”[9]Abandonarse ante el Otro es reconocerse como un ser que esta siendo en tiempo y espacio. Ese Otro deja de ser el abogado, el procurador, el migrante, asesino, violador, etc. Para convertirse en un llamado al semejante en función a nuestra subjetividad.


La ley al tener las características ya mencionadas es potencia de encuentro ante el sujeto y por consiguiente al Otro. ¿De qué manera? Los limites de opresión se revelan con la angustia. Heidegger lo propone en su introducción a la metafísica: el momento limite en el cual el hombre se encuentra lejos de lo ente o reconocido entre discursos, etc. Es justamente ese momento sin dimensión en el que el ser se revela en su totalidad.  El ser silenciado ante decretos absurdos conlleva al sentimiento de impotencia  y angustia ante la propia negación de un ser. Es solamente de esta manera en la cual la ley, la norma puede develar a la nada. Pero ¿es necesario llegar a ese limite? ¿a partir de esta angustia causada por los decretos de identidad y pertenencia es la única forma de revelación? ¿El nacer como individuo sujeto a un futuro desindividualizante es la condición del hombre de occidente para librarse de lo que hasta ahora la relación hombre-lenguaje /(¿técnica?) nos mantiene cegados?


“Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya  muchos espectadores y que me reciban con gritos de odio”[10]


La expresión del entendimiento del ser de Meursault por sí mismo en una realidad opresiva con la única certeza de que la muerte, ese lugar desconocido era de alguna forma, un alivio. Incomprendido, extranjero, juzgado, Meursault se abandona para sí y para una trascendencia que lo recibiría con gritos de odio.


¿Y el papel ético del abogado? :


“Es responsabilidad del tratante [...]el colocarse de su lado, el ver las cosas desde su interior y no desde el exterior de las demandas de la cultura, de la familia, del sistema político, del manual de diagnósticos psiquiátricos, del conjunto de “normas” que corresponden a la vida de esa abstracción que es el “hombre promedio” o “normal”. La locura es la imposibilidad o el rechazo a vivir en el mundo de los otros y es también el clamor por ser escuchado y entendido desde un lugar de singularidad. Es en ese camino de escuchar y no de rechazar o de normalizar donde” [11] el derecho no estandariza y el hombre pueda encontrarse.


JAGordilloL.


[1] Braustein Néstor. Clasificar en psiquiatría ( México: Siglo XXI Editores, 2013) 119.
[2] Camus Albert. El extranjero (México: Booket, 2008).
[3] Finkielkraut Alain, La Sabiduría del Amor (España: Gedisa, 2008).
[4] Camus Albert. El extranjero (México: Booket, 2008).127
[5] Braustein Néstor. Clasificar en psiquiatría ( México: Siglo XXI Editores, 2013) 80. 
[6] Finkielkraut Alain, La Sabiduría del Amor (España: Gedisa, 2008).92
[7] Braunstein Néstor. El inconsciente, la técnica y el discurso capitalista.(México: Siglo XXI Editores, 2012) 169.
[8] Braunstein Néstor. El inconsciente, la técnica y el discurso capitalista.(México: Siglo XXI Editores, 2012) 191.
[9] Finkielkraut Alain, La Sabiduría del Amor (España: Gedisa, 2008).64
[10] Camus Albert. El extranjero (México: Booket, 2008).157
[11] Entrevista disponible en: http://nestorbraunstein.com/?p=175

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