viernes, 7 de diciembre de 2012

Testimonio de Héctor. Una vida, una historia, un sueño.


03-12-2012

Testimonio de Héctor Hugo Santizo Linares. (Guatemala, Guatemala).

Héctor nació un seis de diciembre de 1963 en Guatemala-Guatemala en el hospital “Roosvelt”. Hijo de Milagro Elizabeth Linares y José Efraín Santizo. Los primeros dos meses Héctor vivió con su madre hasta que su abuela, Victoria Franco, lo recogió. José Efraín trabajaba en el IGSS (Instituto Guatemalteco del Seguro Social),  tenía muchos amigos, enfermó de cáncer en el estomago. A los nueve años de Héctor su padre fallece, no tenía idea de lo que pasaba, era muy pequeño.

“Mi abuela fue la directora de la Escuela Universidad San Carlos de Parteras. Después se pasó al aeropuerto y trabajaba en una oficina donde checaba a los viajeros cuando llegaban de viaje, murió de cáncer en el pecho yo tenía 15 años.

Mi madre llegaba cada mes regalándome cosas. Yo le decía que no quería verla cada mes, ella quería comprarme con regalos, le decía también que no podía tapar el sol con una sola mano, estaba muy duro del corazón. (La familia de mi papá le tenía mucho odio por eso no iba a verme).

Estudie en el “David Vela” (la primaria) y parte de la primaria estudie en el colegio angloamericano de ahí al instituto Adolfo Hall escuela oficial de reservas. Estaba entrenado para ir a combatir a la guerrilla. Mi tío me decía que estaba mejor que el instituto oficial, el era comandante y luchaba diario. Había un teniente “el teniente músculos”, una vez que estaba en el Hall todos los estudiantes estuvieron felices cuando lo sacaron de la escuela. Él decía: la guerrilla cuando los agarre los van a torturar, ustedes ya la van a conocer. No se trata de torturar le decía yo.

Después me pasaron a correos para controlar la guerrilla. Pensé que era un buen trabajador pero se mataban como animales, había mucha violencia ahí por parte del gobierno, les sacaban los ojos, les quitaban miembros solo por sacar información de la guerrilla; la tortura funcionaba para eso. En ese tiempo murió mi abuela, dije: ya murió el amor de mi vida. Tenía 15 años, salí huyendo de mi país. Me fui a Estados Unidos, cuando llegue era muy joven, nadie me dio trabajo, viví en la calle mucho tiempo, muchos negros y mexicanos vivían en la calle, con ellos viví yo. Y Dije yo: yo no nací para vivir en la calle, no me criaron así. Me hablaron de Canadá, tenía 16 años. Estuve en Vancouver, ahí viví 14 años y medio pero con “cheque” . Yo quería trabajar, dije:“el cheque este no voy a vivir bien” en Vancouver no conseguía trabajo hasta que fui a Montreal a buscar trabajo pero el gobierno me quería mantener, regresé a Vancouver con mis amigos. Me regresé a Guatemala para ver quién seguía después de la guerra pero había mucho problemas de las drogas, me regresé a los Estados Unidos a trabajar, ahí tuve a mi hija. Trabajaba traduciendo de inglés al español, Dios me bendijo. Antes de mi accidente me fui a Raleigh a trabajar a  un restaurante coreano traduciendo también, les decía que tenían que hacer. Cuando estaba el restaurante abierto atendía a los gabachos, me pagaron pero iba a estar cerrado medio mes. Me dieron dinero de más para regresar a trabajar porque me necesitaban. Cuando iba yo para allá en la carretera por el “pick nick” me levanto un carro quebrandome la cabeza y los pies. Estuve en el hospital “Broke” y Medical Center en San Anotnio y ahí estuve tres meses en coma y nueve meses invalido. Estuve con el cuerpo muerto no podía ni menearlo, una enfermera se hizo mi amiga, era costarriqueña me dijo que le dolía todo lo que habían dicho de mí. (Su esposo era militar). Me dijo que él que había sido. Fueun general de las tropas militares en Yugoslavia en el 99 y el me sacó del hospital con silla de ruedas con migración y me pusieron a la par de un avión y  me subieron cargando porqué no podía. Me decían que gritara para que hicieran algo por mí. No comprendía lo que me decían porque estaba afectado de la cabeza. Me llevaron en un avión comercial dos de migración con uno de Guatemala, me dejaron ahí olvidado en el aeropuerto, me quede 3 días ahí viviendo gente me daba de comer y dinero. Llego migración para ayudarme, me preguntón donde vivía y en eso recordé mi amigo y él fue el que me ayudo y de ahí me llevo con otro hermano que me dio casa como por un año y la mamá de otro amigo me daba dinero para que me mantuvieran, ella decía que Hugo era como su hijo. Pase mucho tiempo sin poder caminar. Hasta que comencé a hacer ejercicio caminaba como tortuga. En Estados Unidos pedí justicia y me pusieron en la prisión, me dijo un juez: “así como te metes violas los derechos humanos de este país”. Le dije al juez federal: “me río de sus derechos humanos”. Le conté mi vida de mi accidente. Te voy a dar lo mínimo 18 meses (en prisión) pero ahí ya caminaba un poco, hacía ejercicio adentro. Me fui a Canadá después pero me deportaron. Ahora en Guatemala un americano me dio un abogado gratis y me voy con el abogado para que se haga justicia, el es el único que me ayudado, yo solo no podía.

Cuando me querían sacar del hospital me iban a hacer alejarme de mi hija, mi hija la quiero mucho no puedo resistir vivir lejos de ella. Estuve 7 días sin comer, de no comer me puedo matar, pero llegó un mexicano y me dijo:” compre algo de comer para mí pero lo necesitas más que yo”. Volteé y sentí la presencia de Dios y me lo comí, y dije Dios no quiere que me muera, él quería que testificara lo hermoso que es Dios.

Ahora voy a Estados Unidos, ahí donde estaba  muriendo. Me tiraron como si fuera un animal. No toda la gente es mala en EU pero si hay mucha gente mala. Voy a ver a un abogado allá, voy a llevarle los papeles del accidente. Porque a uno solo no le hacen caso. A un abogado rápido le hacen (las autoridades) caso. Se burlaban de mí, como no tengo el poder para remediar nada y mire que hay mucho americano que está muy seco de corazón solo piensa en lo malo pero no todos son así.

Cuando me vi en el espejo me asuste, estaba canoso. Antes era castaño y tenía el bigote, como dicen ustedes, de  “Pancho Villa” . Me vi y no tenía nada. “

¿Qué opinas del trabajo?

-          “El trabajo con él puede salir de sus necesidades, ya puede salir de todo lo que debe y bendecir a otras personas, porque el trabajo dignifica. Para mi mejor es trabajar porque tengo más de lo que pueda dar , como a mis parientes, como a las personas que tienen necesidad. “


¿Qué opinas sobre la condición del hombre en estos tiempos?

-“La condición del hombre va para abajo, la única manera para contrarrestar es buscar a Dios. Hay que pedirle es el todo poderoso. El hombre se cree muy poderoso como en EUA y está cayendo. Con Dios es una relación de hijo y padre, yo demando completa oración a mí, el todo poderoso nos quiere, darle el corazón y seguir, El hombre mientras quiera llevar el mismo su camino, da malo. Hay que pedirle a Dios eso es lo que nos va a llevar al triunfo. “

¿Qué opinas de la Casa del Migrante de Saltillo ?

-“Esta casa del migrante es una ayuda que le dan al migrante donde se siente desmayado y aquí se mira una puerta de luz. Venimos a comer y a dormir cuando en el tren no podemos dormir porque si nos dormimos nos caemos del tren. Es un lugar de desahogo. En México hay gente muy mala pero la mayoría del pueblo mexicano tiene gran corazón. La gente mala son los que están corrompiendo al país, las autoridades tienen que poner a gente  buena.

¿Qué opinas del arte?

-“Es un escape en el que el hombre puede desahogarse, decir lo que realmente piensa y siente pero cuando esta viviendo bien y en paz da lo bueno el hombre. El arte es un desahogo de todo lo bueno que Dios le puede dar al Hombre. “

¿Qué opinas de los voluntarios?

-“Es una necesidad de conocer en si el amor y ayudando a las personas es como pueden conocer el amor conociendo a Dios. Muchos agarran el camino fácil: destrucción. El camino largo va con Dios. Dios nos enseña a compartir, nos enseña cómo tiene que conducirse. Es un trabajo muy hermoso por que hay que tener mucha dedicación, corazón y la disponibilidad de hacerlo, Dios los va a recompensar. Manos que dan nunca quedarán vacías, dice la palabra de Dios. “


“Buscar más a Dios para que dé más sabiduría. Lo fácil se acaba, buscando a Dios te das cuenta que es para siempre.”

miércoles, 5 de diciembre de 2012

#Yosoy132 + Adrián + Nicaragua+ Casa del Migrante.

05-12-2012

#Yosoy132 + Adrián + Nicaragua + Casa del Migrante. 





Hace aproximadamente dos meses en la Casa del Migrante de Saltillo teníamos una población de unos 240 migrantes. La mayoría de ellos eran  "catrachos" (hondureños), seguidos por los "chapines"(guatemaltecos), "guanacos"(salvadoreños) y "nicas" (nicaragüenses). 

Diario los voluntarios nos levantamos temprano junto con los albergados en la casa para iniciar el día con música, ejercicio y alguna reflexión, a continuación nos organizamos para el aseo del sitio. Las mañanas son de mucha acción. Recibimos a personas con donaciones, maestras de inglés, doctoras, etc. Gente que participa con la casa de alguna forma. 

No hay descanso en la casa del migrante, siempre esta en movimiento. Aunque en el día a día se realicen las mismas actividades e incluso se pueda denominar el que hacer como "rutina", diario hay algo, alguien, que le da la singularidad a los momentos vividos.

 Recuerdo que era una mañana de septiembre, había mucho calor, me dirigía de Casa Blanca( edificio donde registro a los nuevos en una base de datos) hacía el área de fumar. La noche anterior Pedro Pantoja, asesor de la Casa del Migrante, se presentó con el movimiento #Yosoy132 en el albergue. El movimiento narró su origen, el contexto del país y  hacía donde creen que van... En fin, tras exponer sus ideas, gritaron: "arriba Centroamérica", "arriba Latinoamerica unida", etc. Algunos migrantes seguían los llamados de unidad, otros ignoraban el suceso, otros como Adrián observaban sin decir palabra alguna. Encendiendo mi cigarro, ya estando en el área de fumar. Reflexionaba sobre la participación del movimiento estudiantil. Tomé asiento en una pequeña barda y ahí estaba Adrián, leyendo el diario como acostumbraba y fumando. Adrian es nicaragüense de unos 58 años, delgado, de piel morena, cabello gris, anteojos y de camisa roja con cuadros. Cruzamos miradas, sonreímos y comentamos una noticia local. Tenía curiosidad de preguntarle su opinión sobre #Yosoy132 e inmediatamente lo cuestionó. Adrián me cometa que esta a favor de el movimiento, me dice que fue guerrillero en la lucha sandinista.

La Revolución Nicaragüense inicia a finales de los años 50 y se intensifica en 1978 finalizando en 1990. Protagonizado por el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) llamado así por Augusto Nicolas Calderón Sandino . El FSLN puso fin a la dictadura de la familia Somoza.
Adrián vivía en Estelí, población nicaragüense ubicada al noroeste del país. Fue a la escuela hasta cuarto de primaria.

 -Tenía que caminar 1 hora sin zapatos a la escuela, mi familia no tenía dinero-.

 Se dedicó al campo aprendiendo de su padre. Llegada su adolescencia acudió a una junta del FSLN en la cuál sintió un llamado a participar. Lo entrenaron en las montañas, le enseñaron a usar el rifle de palo, a mantener la formación y tácticas propias de una guerra de guerrillas.

Narró una batalla en la cuál el ejercito acorraló a la resistencia en el centro de la ciudad de Estelí rodándolos y cerrando toda salida posible. Tras tres días de enfrentamientos lograron tomar los tanques del ejercito, unos cuantos prisioneros, rifles y provisiones. La batalla fue victoriosa para el FSLN,

Al terminar sus anécdotas como guerrillero comienza a describirme el proceso que aprendió para que la gente pudiera actuar en pro a la justicia social sin que se desdibujaran los principios de la causa. Comenta que lo primero que se necesita es ser consiente de uno mismo y del presente al que pertenecemos. La formación consta de abrir espacios públicos donde se pueda dialogar con las personas cercanas, hablar sobre lo que pasaba, lo que sentían; en fin intercambiar ideas. El pueblo es merecedor de educación, es la puerta ante el universo. La educación da la oportunidad al hombre de elegir con mayor herramientas su camino. Conocimientos sobre la guerra de guerrillas, fondos económicos, armas y personajes políticos e ideológicos que puedan dirigir a través de la ley las necesidades del pueblo. 
Después de narrarme su experiencia como agente de cambio en su país opinamos sobre las revoluciones, revueltas, rebeliones y movimientos. Coincidimos en varios puntos:

1.- En el pasado así como en el presente existe entre el hombre una ambición de poder. Por lo tanto, el abuso o las distintas maneras de relacionarnos con éste provocan nuestra propia degradación. Se necesita un replanteamiento de la relación poder-hombre haciendo un análisis interdiciplinario sobre como se ha abordado la relación y enfatizar los momentos de más armonía y lucidez como también los de las peores atrocidades. 

2.- El ser consiente de nuestro presente es fundamental para poder incidir en otras personas para invitarlas a la reflexión sobre la vida.

3.-La educación es útil en tanto está cuestione.

4.- El institucionalizar un movimiento es arriesgarlo a la ceguera de sus actos. 

5.-La persuasión de corromperse en un movimiento es alarmante, tentador. Se necesita de gente con aptitudes distintas para balancear la práctica e ideología de dicho. 

6.- Todo movimiento sugiere un cambio o mutación. El riesgo es que se "repitan" los patrones que posibilitaron los movimientos. 

Tomando al movimiento #Yosoy132 como ejemplo compartimos puntos de vista. Coincidimos en que por definición un colectivo de gente es igual a una pluralidad de ideas concentradas en "un mismo principio". Por lo tanto dichos principios deben de ser claros y con una posible incidencia por parte de la gente interesada en el movimiento. Nos sorprendemos al ver que los estudiantes vuelven a ser escuchados por la sociedad civil y por las autoridades, sirven como la bisagra que une a estos sectores. El papel del universitario no se reduce simplemente a tener un titulo que haga valido el supuesto "conocimiento" sobre alguna "ciencia", arte o ingeniería por poner ejemplos. Tampoco se limita a tener una credencial que represente tu estancia en una institución (como ser parte de algún club deportivo). Ser estudiante de universidad es tener una responsabilidad social, y ejecutarla es lo que dignifica al conocimiento. El movimiento es eso justamente, tomar la responsabilidad que cada estudiante tiene. Sin embargo para proceder a tomar la responsabilidad es difícil. El crear manifestaciones es una muestra física del descontento sobre alguna acción, ley, etc. Junto con Adrián creemos necesarias las manifestaciones, sin embargo, es muy importante no perder los objetivos principales. También estamos de acuerdo que presentar iniciativas de dialogo con el poder es una perdida de tiempo, nos dan "pan" o "palo", eso en el mejor de los casos, ya que, generalmente ignoran las peticiones o las palabras. Se necesita hablar con la gente, es ahí donde esta el trabajo. El poder siempre opaca los alzamientos e inventa maneras para hacernos creer que al fin fuimos escuchados y tomados en cuenta. Analizar históricamente los problemas es necesario, el pasado inmediato no es claro. El presente es producto del recuerdo y formación de acontecimientos que han llevado al hombre a actuar de alguna manera. Decíamos con Adrián que Enrique Peña Nieto no es el problema, ni los medios de comunicación, claro son parte del problema pero hay interrogantes más profundas que son ahí donde deberíamos de ocuparnos. Ocupar para después pre-parar a las generaciones venideras y demostrarles las consecuencias que puede tener si se actúa de tal manera. 

A favor del despertar de conciencias del hombre y de nuestra preparación para afrontar nuevos problemas Adrián me regala una hoja con distintos cantos y frases que se escribían y cantaban en la época revolucionaria de Nicaragüa y Cuba, ( Las hojas aparecen al inicio del texto).  Acabamos la charla y cada quién regresa a sus labores pendientes.



JAGordilloL. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Seguir en la búsqueda. (Jesús Pérez)

02-12-2012

Jesús Pérez es voluntario en la Casa del Migrante en Saltillo. Mi compañero de trabajo, cuarto y vida durante un año, desde tierras purépechas ha sentido el llamado a brindar su servicio al hombre. Nos comparte su experiencia: 


Seguir en búsqueda

Despedirse de un ser querido, sin saber cuándo, cómo y dónde se dará el rencuentro es una de las sensaciones más difíciles de asimilar por los seres humanos, es una experiencia que todo migrante debe padecer. El migrante deja el mundo conocido, lo denominado “homeland”, su hogar, su tierra, su país, el lugar donde se despojó de su cordón umbilical, el lugar conocido, donde es alguien que tiene un nombre, una familia, un perro, una casa, un espacio concreto que por angas o mangas deja de ser propicio para vivir. Muchos migrantes me han contado que la principal razón por la que están aquí es porque no tenían nada que ofrecerles a sus hijos, “mis hijos tenían hambre y yo no podía darles siquiera un pedazo de pan” me dice José Manuel Duarte, hondureño de nacimiento. Obviamente existen muchas otras circunstancias para que comiencen el éxodo hacia “donde Dios diga”, algunas son sociales como las constantes amenazas de los diferentes grupos de maras, problemas políticos como pertenecer a un partido político diferente al que está actualmente en el gobierno (en una ocasión tuvimos a un miembro del gabinete de Walter Celaya), y un montón de etcéteras que quedan en el aire.

Al comenzar su camino, la mayoría sólo lleva una Biblia, un cambio de ropa y una cobija pa´l frio, muchos no andan[1] su cédula o su partida de nacimiento porque en su país cobran a un precio considerable el extravío de sus documentos que generalmente, presentan una pésima ortografía y calidad. Bueno, parten con muy pocos haberes, la mayoría sin “pisto”[2], los que tienen buena suerte encuentran a gente que les da un taco, un lugar donde pasar la noche o simplemente un poco de agua. “hay personas que nos dan comida, y hasta nos dejan dormir en su casa” me cuentan.

En “la bestia” como se le ha denominado popularmente a cualquier tren en el que vienen, encuentran de todo; aceite y polvo que ensucia su ropa y su cuerpo, asaltantes que los amenazan con machetes, garroteros que cuidan el tren y les piden una “cooperación voluntaria” para dejarlos subir al tren, mareros que les piden $100 dólares por uso de vía y que a quien se niega le dan un balazo en la frente, en pocas palabras, se encuentran con el “canibalismo centroamericano”, donde personas del mismo Centroamérica son contratados por mexicanos miembros del crimen organizado para “comerse” a sus hermanos centroamericanos (catrachos, nicas, huanacos y chapines)[3].

Para cruzar “el umbral de la muerte” se necesitan $4,500 dólares aproximadamente, donde el coyote da un reporte a los diferentes retenes que va pasando el migrante (que en este caso va en camión generalmente), y le dan una clave para que la muestre y lo dejen pasar, $4,500 dólares es una cantidad bastante elevada donde no se le brinda ninguna seguridad a la persona que “contrata el servicio”, simplemente se le promete ser pasado al otro lado, lo dejan en alguna ciudad cercana a la frontera con México y ahí el coyote ya cumplió. Aunque muchas veces no sucede eso… Muchos migrantes son abandonados a su suerte en las ciudades fronterizas, Reynosa, Piedras Negras y otras son testigos del abandono del que son víctimas.

Al fin, cuando llegan a Estados Unidos, se ven en un lugar extraño, en un país donde el mensaje es “We want out” y que simplemente se les da un trabajo que nadie quiere hacer sin ninguna garantía o seguro, sin duda alguna el migrante deberá salir adelante por su propio pie y a base de esfuerzo y sudor.

Pareciera que el llegar a Estados Unidos es la meta, el final de la historia, pero ¿Qué pasa con la familia que se queda en los lugares de origen? ¿Qué pasa con los hijos? ¿Con las esposas? ¿Qué pasa con ellos? Imagínate sentir el nudo en la garganta de no saber dónde está tu papá, tu mamá, tu abuelo o  tu abuela, porque no hay límite de edad para ser migrante, desde bebés hasta ancianos van camino al umbral de la muerte, en búsqueda de un sueño que a menudo se convierte en una terrible pesadilla. Otro tema importante es la infidelidad, las esposas que comenzaron a tener relaciones sexuales con su pareja son abandonadas por su pareja, y ésta última tendrá también muchas oportunidades para serle infiel a su cónyuge. Educar, formar a los hijos se convierte en una actividad unilateral, donde la televisión, la Iglesia y el Colegio (cuando tienen acceso a él) se convierten en los únicos agentes educativos. ¿Todo para qué? Para recibir de vez en cuando algunos dólares provenientes del sudor y la vida de muchas personas.

Pero eso es en el mejor de los casos, existen muchos que “no la libran” que son capturados, secuestrados de una manera absurda por su propia gente, en el mercado, un migrante puede valer hasta 3,500 dólares, muchos son mutilados o “tableados” para dar información de su familia, donde números telefónicos se convierten en los principales objetivos de los maleantes. Existen otros que al ver que está cabrón mejor se regresan y se entregan al INM[4], después de haber calculado fuerzas, hay muchos que tienen miedo y deciden no arriesgarse a pesar de tener apoyo y poder contratar a un buen coyote, deciden no hacerlo y mejor desandan el camino recorrido. Muchos otros (la inmensa mayoría) no tienen apoyo y deciden no “aventarse” porque escuchan o saben los riesgos que corren al intentar cruzar la frontera surge en ellos un sentimiento de impotencia, de incertidumbre y de dolor por haber estado tan cerca y tan lejos del sueño tan anhelado.

El espectro más duro de la migración, son todos aquellos que terminan sin sangre, los tirados en el camino, los que su sangre clama en el suelo, todos aquellos que no tienen valor a los ojos de los gobiernos de sus países ni del gobierno mexicano mismo, muchos de ellos terminan en una estúpida bolsa negra, tirados en el suelo, reducidos a cenizas…

Existen apoyos fugaces y otros firmes a la migración, personas de buen corazón que los apoyan en el camino, las casas del migrante extendidas a lo largo de la travesía por México, el Voluntariado Jesuita, Universidades que impulsan el estudio del fenómeno, Asociaciones civiles y religiosas que intentan ser un oasis en medio del desierto. Muchas de estas instituciones comienzan a perder la fuerza, comienzan a debilitarse y otras a cobrar fuerza, algunas ya han sucumbido; la casa de Lechería que es el símbolo del egoísmo y de la cobardía de sus habitantes, Huehuetoca que recientemente cerró sus puertas, dejando a los viajeros del tren sin descanso a la mitad del camino. Sin duda esto es una muestra del deshumano capitalismo, donde sólo se es más o menos dependiendo de la cantidad de dinero que se tiene en los bolsillos, o en simples pedazos de plástico.

Otro rescoldo que hace falta analizar es la burocracia, el aspecto político de la migración, la nueva asignación de Ana Gabriela Guevara que presidirá la Comisión de Asuntos Migratorios en el Senado, que ni siquiera sabe dónde ni con quién trabaja es simplemente una burla más. (La raza dice que ahora que está Guevara va a estar más cabrón cruzar la frontera porque ya va a poner a dieta y a correr a los agentes de migración), la respuesta fundamental a la migración no reside únicamente en poner una barrera de miles de kilómetros de ancho y de varios metros de alto, sino más bien en tratar de resolver el cómo hacer que la gente de Centroamérica tenga las condiciones adecuadas de vida para poder desarrollarse plenamente, porque ellos no vienen por gusto.

Sin duda estar a lado de los centroamericanos es una experiencia radical, ver su apariencia física llena de tatuajes, sus ojos cansados, llenos de ilusiones y sueños y también de sed de venganza y justicia, es sin duda lo más radical que he vivido, por otro lado, apreciar su oración personal, su comunión con Dios, ver a un marero orar es algo que no tiene precio. He tenido algunos amigos centroamericanos y la verdad son seres humanos fuera de serie, con los que he compartido momentos agradables como el saber que nació un hijo suyo y momentos muy duros y crueles como recibir la noticia que algunos de ellos se les ha muerto su madre.

Pero no todo es triste, existen momentos de mucha alegría, festejar el cumpleaños del Pbro. Pedro Pantoja y escuchar su relatos e historias, sus sentires, escucharlos gritar de alegría al escuchar 3 veces mojado de los tigres del norte, ver cuando juegan ajedrez y damas inglesas, el “no te enojes”, verlos jugar fútbol con el alma, apreciar que son seres humanos magníficos que simplemente no tuvieron la suerte o la mala suerte de nacer en un país desarrollado, son seres humanos en toda la extensión de la palabra, con sueños y aspiraciones propias, donde el único aliciente es seguir en búsqueda.
Jesús Pérez Ibarra
Voluntario Jesuita


[1] Verbo empleado por los centroamericanos en lugar del verbo tener o traer.
[2] Forma común de llamar al dinero.
[3] Forma de llamar a los hondureños, nicaragüenses, salvadoreños y guatemaltecos respectivamente.
[4] Instituto Nacional de Migración