miércoles, 2 de octubre de 2013

2 de octubre. No se olvida lo que no se entiende. Una mirada alejada de lugares comunes acerca del movimiento de 1968.



2 de octubre. No se olvida lo que no se entiende.

 Una mirada alejada de lugares comunes acerca del movimiento de 1968. 



 


Análisis histórico.

¿Qué es historia?

El reconocimiento del sujeto y del suceso para su reivindicación en los acontecimientos que irrumpen en el tiempo.

¿Qué es un análisis histórico?

Un análisis histórico es una herramienta que, a través de diversas fuentes de información y una observación atenta, busca brindar una visión profunda sobre un sujeto o suceso del pasado para su comprensión más allá que el hecho.  

¿Por qué un análisis histórico?

[...La lectura literal, lectura a letra para aprobar exámenes, estimulada y premiada, lectura que da respuestas pertinentes a las preguntas prefiguradas por el texto que se lee, única lectura que interesa a los maestros y cenistas...]
[...La lectura sintomal, que no busca en el texto un conjunto de respuestas sino que tiende a producir preguntas. Para la lectura sintomal lo que está escrito es un efecto, un producto de una serie de determinantes cuyo mecanismo debe esclarecer...]
[1]

El análisis histórico surge como la necesidad de leer y re-leer un suceso o sujeto histórico más allá de la lectura literal del acontecimiento. Al cuestionarse los diversos factores del objeto de estudio se puede aclarar, aumentar, mermar, etc., diversos conceptos, así como ampliar las herramientas para postular causas sobre dichos acontecimientos. La lectura literal, en cualquiera de sus aplicaciones, corre el riesgo de imponer lecturas y postulados cuyas características e intenciones puedan ser del orden opresivo.

¿Para qué un análisis histórico?

Con las herramientas que nos brinda dicho análisis, las cuales consisten en mantener una lectura sintomal ante los archivos o fuentes que existan sobre un acontecimiento, lograr dar una lectura de dicho con el fin de comprenderlo, re-pensar nuestro papel en el presente y dar algo de luz ante la oscuridad con la que, el olvido,  ha ido ocupando nuestra existencia.

Papel de la fotografía en la historia.

Gramaticalización es el nombre de ese proceso de inscripción, de excavar surcos en la tierra, de dejar marcas y pinturas en los objetos artesanales o industriales, de conservar con escrituras impresas o electrónicas los hechos, tanto triviales como los trascendentales […] Gramática es la vocación de la humanidad cuando transmuta lo vivido en signos que almacenan, en soportes materiales de la pulsión de muerte. La pulsión de muerte es, como quería Freud, el pasaje de lo viviente a lo inanimado […] La pulsión de muerte es la pulsión gramaticalizadora, esa pasión fundamental de la especie lenguajera. Transmutándose en memoria, memoria escrita, es como el humano vive para la muerte.[2]

Toda expresión de lenguaje es una latente presencia de aceptación sea ésta inconsciente o consciente, de la muerte física. La fotografía, desarrollada en forma en el siglo XX, ha sido una herramienta utilizada por los historiadores como fuentes esenciales para la explicación de un acontecimiento. La capacidad de la fotografía de captar un lapso de realidad en una imagen, nos ofrece diversos campos de interpretación, entendimiento y lecturas, produciendo un efecto real-formativo, que Kracuer explica de la siguiente forma:

Lo que importa tanto en la fotografía como en la historia es, obviamente, el “correcto” equilibrio entre las tendencias realista y formativa […] Tendencia Realista ≥ Tendencia Formativa. Esta fórmula abarca una diversidad de casos. Pueden ser dispuestos en un continuum, uno de cuyos polos propongo asignar a aquellas exposiciones destinadas a dejar al descubierto, tan fielmente como sea posible, una porción de realidad dada. [3]

¿De qué forma utilizar estas expresiones de latencia de muerte en aprendizaje, objeto de estudio o en potencia de acontecimiento y cómo el historiador puede volver posibles estas sugerencias a través de la fotografía?

La inminente presencia de muerte en el hombre ha sido causa de la creación del archivo con el fin  de ser interpretado para desentrañar la verdad, sumergida ya en una realidad opaca  sobre-cargada de efectos cegadores.

Aprendizaje.- Ser herramienta de acercamiento, temporal y espacial, de un acontecimiento y así tener conocimiento sobre su existencia.

Objeto de estudio.- A partir de la característica del aprendizaje, acercarse a un suceso o sujeto determinado en el tiempo para ser estudiado y revelar las diversas potencias del archivo.

Potencia de acontecimiento.- El archivo, al ser aprendizaje y objeto, también en su esencia misma de forma de lenguaje, existe la potencia de ser un elemento para crear un acto que tenga como fundamento la extensión de vida y libertad hacia el momento que se captó con el lente.

Así pues, el historiador al estar de cerca con herramientas de función interpretativa y al acercamiento que tiene con las diversas fuentes, puede relacionar los hechos del pasado para, después de ejercer su oficio, dar una posibilidad de encuentro con el hombre, con el lenguaje mismo, nuestro papel y responsabilidad en el presente.

¿Cómo aproximase al archivo?

“Escuchando” a la fotografía y siendo portavoz del mensaje que revela.

Interpretación de la imagen.

Al momento de “escuchar” lo que la fotografía revela encuentro los siguientes rasgos:

-Una congregación de personas en un sitio.

-El sito está conformado por 3 épocas arquitectónicas: la precolombina, barroco y contemporánea.

- La foto sugiere una inclinación al lado izquierdo, donde se puede apreciar gente de pie sosteniendo algunos carteles, viendo hacia los conjuntos habitacionales contemporáneos.

-Se logra apreciar a gente sentada, acostada, caminando de la mano,  montada en bicicleta y personas demostrando afecto con abrazos.

Lo que revela la fotografía es gente congregada de manera pacífica en un sitio.

 Hipótesis.

A partir del acercamiento al archivo, en este caso la fotografía,  ir en busca de lo que la fotografía revela sobre la naturaleza del movimiento estudiantil, manteniendo una distancia en los lugares comunes que suelen asociarse con el suceso.

Hechos.
[…y los hombres que ensayan un país saben que nada permanece…]
Nathalie Handal.

Hablar de 1968 es, entre otros sucesos, hablar sobre los diversos movimientos sociales en el mundo: México (movimiento estudiantil), Praga (liberación social), Roma (la creación del Club de Roma), Chicago (asesinato de Luther King), Chile (movimiento estudiantil), Paris (movimiento social). Se trata de la formación de revueltas que el progreso, la tecnología y los sistemas de control habían causado en su fracaso. La cultura juevenil reflexionaba en torno a los sucesos sociales, económicos y políticos de aquel presente, se convirtieron en la voz del pueblo e interlocutores entre la sociedad y los pequeños sectores del poder. Las universidades retomaban la promesa incial de su creación: un sitio donde la información y el humano se comunicaban para crear acontecimientos críticos apostando por la vida.

En México, tras la latente represión por parte de los sectores del poder, surgieron grupos de estudiantes que se asumieron como tales siendo partícipes de una sociedad que requería la crítica y la incidencia de ideologías de libertad y justicia. Según entrevistas a  Marcelino Perelló y Paco Igancio Taibo II,  ambos ex partícipes del movimiento estudiantil del 68, las intenciones de incidencia no eran directamente contra el gobierno, no se ocupaban del control de casillas, de los agentes que admisitraban el poder, no era su responsabilidad etc. Era un diálogo social, en estas entrevistas se puede escuchar como ambos sujetos, Taibo y Perelló hacen referencia a las pancartas y lemas que se exponían en las diversas marchas: “menos putas, sí a enfermeras”, “no hoteles, sí hospitales”,etc.  La esencia de el movimiento en México no es el anhelo revolucionario, de hecho, se clamaba la paz, no era más que el re-planteamiento de un diálogo social para una relación distinta entre iguales.

¿Qué sucede en Tlatelolco el dos de octubre del 68?

Faltando días para el inicio de las Olimpiadas, los líderes del movimiento: Andrés Caso y Jorge de la Vega congregan a la gente partícipe del movimiento en la Plaza de las Tres Culturas de manera natural, es importante mencionar  que anteriormente ya se habían hecho 8 juntas en el sitio y que la mayoría de los habitantes del conjunto habitacional apoyaban a los jóvenes.  Los tanques militares estaban cerca. Debido a la creciente violencia de días anteriores pareció “normal”.  Ya en el transcurso del mítin, dos béngalas, una de color rojo y otra verde se vislumbraron, disparos y caos fueron los acontecimientos continuos. [4]

Post-movimiento, matanza y vocación mexicana por el martirio.

Reducir el movimiento estudiantil en el mundo y en México a la matanza de Tlatelolco es asesinar y condenar al olvido a la esencia de los movimientos sociales occidentales. La historia de México es una crónica que oscila entre dramas y tragedias permanentemente. Lo podemos corroborar con la conquista, Santa Anna, Benito Juárez, Porfirio Díaz y el ejemplo por excelencia es curiosamente situado en Tlatelolco quinientos años antes, cuando los españoles irrumpieron en una ceremonia relgiosa azteca donde se encontraban los mejores guerreros desarmados ofreciendo culto a sus dioses. Citando la experiencia de trauma de Lacapra:

El trauma es en sí mismo una experiencia perturbadora que irrumpe en-o incluso amenza destruir- la experiencia, en el sentido de vida integrada o al menos articulada de una manera viable. Hay un sentido en que el trauma es una experiencia fuera-de-contexto que perturba las expectativas y desestabiliza la comprensión de los contextos existentes. [5]

Tras la matanza del dos de octubre es una manifestación del patrón que nos ha perseguido desde épocas pasadas, la memoria común de los mexicanos recuerdan la matanza de Tlatelolco como “el evento” del movimiento. No hay peor falacia, mentira e irreverencia que recordar de esa forma al movimiento.

¿Qué hace la fotografía si no revelarnos de manera explícita la esencia de el movimiento estudiantil y social de México en 1968?

Atendiendo esta fotografía desde lo que revela podemos verificar no solamente la hipótesis, también lo dicho por las entrevistas de dos líderes del movimiento[6], sólo por mencionar algunas. Las intenciones de los movimientos de 1968  en occidente y en particular en México quedan claras; el acontecimiento del diálogo social. Sin embargo, ¿qué trascendencia ha tenido en México?

El movimiento #Yosoy132 fue una insurreción que su origen es similar al del 68, sin embargo, su falta de organización, esfuerzos por diálogar con cierta sección de la sociedad para plantear propuestas al gobierno, haber tomado responsabilidades que no le correspondían como el estar presentes “vigilando” las elecciones y el no haber prestado atención a las demandas propias de su origen terminó por ser solamente un hashtag en Twitter.

La función social de las  universidades, el papel del universitario y la incidencia social de ambos deben de ser re-planteados y estar enconstante cuenstionamiento y actividad para no condenar al olvido a  los sujetos y sucesos.

La empatía está vinculada con la relación transferencial con el pasado, y es un aspecto afectivo de la comprensión que limita la objetivación y expone al yo a involucrarse o implicarse con el pasado, sus acotres y sus víctimas La respuesta empática exige reconocer a los otros como otros, y  no como meros objetos de investigación incapaces de cuestionarnos o interrogarnos.[7]

La responsabilidad del historiador es justamente ser agente activo de la anterior propuesta de LaCapra, mencionada también por diversos autores como Finkielkraut, Octavio Paz, Erich Fromm, Gandler, entre otros y por supuesto a la gente común. La recepción de este mensaje corresponde al receptor atento y la responsabilidad de éste tiene la posibilidad de volverse potencia para un acontecimiento, dejando a un lado la afirmación y concepción de la historia como maestra de vida, más bien reconociendo al sujeto y al suceso.

JAGordilloL.


[1] Braunstein, Néstor., Pasternac, Marcelo., Benedito, Gloria., Saal, Frida. “Psicología: Ideología y Ciencia”(México: Editorial Siglo XXI, 1975), pág 331.
[2] Braunstein, Néstor. “El inconsciente, la técnica y el discurso capitalista”.(México: Editorial Siglo XXI, 2012), pág, 95.
[3] Kracauer, Siegfired. “Historia. Las  últimas cosas antes de las últimas”. (Argentina, Buenos Aires: Editorial Las cuarenta. 2010). Pág 98.
[4] Krause Enrique, La Presidencia Imperial, (México, Tusquets 2009) 376-380.
[5] LaCapra Domick, Historia en tránsito. Experiencia, identidad, teoría crítica. (Argentina, Fondo de Cultura Económica Argentina, 2006)161-162.
[6] Entrevistas disponibles en:  http://www.youtube.com/watch?v=aAlGif0HD5c  y http://www.youtube.com/watch?v=viZPQ4R2DjE (Citado el 5 de septiembre de 2013).
[7] LaCapra Domick, Historia en tránsito. Experiencia, identidad, teoría crítica. (Argentina, Fondo de Cultura Económica Argentina, 2006)184.

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