"El Sueño" - El primer contacto con el otro.
“Yo creo que, entre nosotros, el gesto teórico, más que a la construcción
de una teoría debería conducirnos a
la construcción de un modo de situarnos ante los textos, o de constituirlos: un
modo de leer, de escuchar, de acomodar nuestro ritmo al ritmo del objeto; en
suma, una disposición. Una disposición poética, como hay -como debiera haber-
una disposición semiótica, psicoanalítica, antropológica o filosófica. El
objeto de esa disposición escuchante, percibiente, es la palabra o, mejor
dicho, el lado oscuro de la palabra, lo que la palabra está diciendo pero que
todavía no escuchamos porque nuestra atención es insuficiente.”
“Lo que no se alcanza a oír es lo que tiene que
ser escuchado” Raul Dorra
El ser voluntario en la casa del migrante conlleva a conocer a muchas personas involucradas en proyectos, estudios, movimientos e investigaciones sobre temas similares o de otro orden. Esta relación enriquece la experiencia en el labor diaria y en los puntos de vista sobre algún tema o experiencia. Ana Daniela Sandoval Fernández nos comparte su guión
para una obra en un acto que aborda el tema de la
"migración", la presento a continuación seguida de una intervención
reflexiva sobre el primer contacto entre una persona en proceso de migración y
un voluntario ( en este caso desde el contexto de la Casa del Migrante de
Saltillo).
El lector puede acercarse a la obra a partir de muchas lecturas, dos de ellas son : la literal y la sintomal. "[...La lectura literal, lectura a letra para aprobar exámenes, estimulada y premiada, lectura que da respuestas pertinentes a las preguntas prefiguradas por el texto que se lee, única lectura que interesa a los maestros y cenistas...]
[...La lectura sintomal, que no busca en el texto un conjunto de respuestas sino que tiende a producir preguntas. Para la lectura sintomal lo que está escrito es un efecto, un producto de una serie de determinantes cuyo mecanismo debe esclarecer...]
(Psicología: Ideología y Ciencia. Braunstein A. Néstor, Pasternac Marcelo, Benedito Gloria, Saal Frida. Editorial Siglo XXI, vigesimosegunda reimpresión .1975. Pág 331.)
A partir de los dos modos de lectura señalados se va a profundizar en la obra cuestionando acciones que surgen en la narración y en la realidad para obtener distintas ópticas sobre el tema a tratar. En este caso el registro de personas en un albergue y el contacto con el otro. También este par de formas de lectura puede relacionarse con el habla y escucha atenta que se origina al transcurso de la relación con las personas en el albergue.
El propósito de estos textos es hacer manifiesta una de
la muchas formas en que el contacto con los migrantes, a través del servicio
voluntario, permite el acercamiento con personas, nombres y testimonios que
hacen posible poco a poco, con el habla y la escucha, el contacto solidario con
el otro. A partir de las labores de
rutina que establecen el orden y determinan las conductas en la recepción de
nuevos visitantes se hace presente con una mirada, una palabra quebrada o un
profundo y breve silencio el testimonio del otro cuyo nombre propio descubre a
aquel (Leonidas, Richard, etc.) que
hasta ese momento solo era reconocido como el “migrante.”
Habla y escucha, el primer contacto con el “migrante”, es
lo que nos da el encuentro con el otro, acaso por que también nos recuerda que
es lo que nos distingue como humanos del resto de los seres vivos, aunque con
demasiadas distracciones y simulaciones olvidamos el milagro que hay en este contacto.
El lector puede acercarse a la obra a partir de muchas lecturas, dos de ellas son : la literal y la sintomal. "[...La lectura literal, lectura a letra para aprobar exámenes, estimulada y premiada, lectura que da respuestas pertinentes a las preguntas prefiguradas por el texto que se lee, única lectura que interesa a los maestros y cenistas...]
[...La lectura sintomal, que no busca en el texto un conjunto de respuestas sino que tiende a producir preguntas. Para la lectura sintomal lo que está escrito es un efecto, un producto de una serie de determinantes cuyo mecanismo debe esclarecer...]
(Psicología: Ideología y Ciencia. Braunstein A. Néstor, Pasternac Marcelo, Benedito Gloria, Saal Frida. Editorial Siglo XXI, vigesimosegunda reimpresión .1975. Pág 331.)
A partir de los dos modos de lectura señalados se va a profundizar en la obra cuestionando acciones que surgen en la narración y en la realidad para obtener distintas ópticas sobre el tema a tratar. En este caso el registro de personas en un albergue y el contacto con el otro. También este par de formas de lectura puede relacionarse con el habla y escucha atenta que se origina al transcurso de la relación con las personas en el albergue.
El Sueño.
(Obra didáctica en un
acto)
2012
Ana Daniela Sandoval
Fernández.
Para todos aquellos que se van en
busca de un sueño.
Personajes:
Carlos, 25
años.
Entrevistador,
30 años.
Acto Primero.
Carlos, un joven guatemalteco, acaba de llegar a la casa del migrante
en Tierra Blanca, Veracruz. El calor es intenso, pero después de todo el tiempo
que Carlos a pasado sobre el tren parece ya no molestarle tanto. En la escena
hay tres escritorios y un ventilador viejo. Entra y sale gente, hombres mujeres
y niños, no muy limpios y con ánimos cansados, todos a ser entrevistados para
poder pasar unos días en la casa.
(Se abre el telón. Oscuro, se
escucha el sonido del tren, después una voz.)
Carlos: A veces me gustaría que la vida fuera un sueño, así cuando no
me guste podría simplemente despertar.
(Se escuchan muchas voces, y el sonido de la gente en una oficina, papeles, el
tecleo de las computadoras. El sonido va
bajando conforme la luz va apareciendo. Entra Carlos; trae unos
pantalones rotos, una camisa deslavada, botas de trabajo y una mochila. Se
dispone a esperar su turno y observa a todas las personas que están dentro de la
oficina.)
Entrevistador: ¡Siguiente! (Toma
unas hojas y se abanica con ellas)
Carlos: (Caminando hacia el
escritorio y estirando la mano) Buenas señor.
Entrevistador: Buenas, siéntese. (Voltea
a la computadora que ya se ve vieja.) ¿Nombre?
Carlos: Carlos García López.
Entrevistador: ¿Edad?
Carlos: Veinticinco.
Entrevistador: ¿De qué país viene?
Carlos: Guatemala.
Entrevistador: ¿Departamento?
Carlos: Sacatepéquez.
Entrevistador: ¿Municipio?
Carlos: Alotenango.
Entrevistador: ¿Para dónde va?
Carlos: Pué para Estados Unidos.
Entrevistador: (Voltea a verlo
con desesperación y poca paciencia.) Pero a que parte de Estados Unidos.
Carlos: Aaaah, a Los Ángeles, señor.
Entrevistador: ¿Ha pasado por alguna otra casa?
Carlos: ¡Si¡ Por una que estaba en…No recuerdo el nombre, creo que
seguía en Chiapas, es que uno pasa por tantos lugares que ya no sabe si sigue
en el mismo departamento…
Entrevistador: (Lo interrumpe.)
Estado…En México se llaman Estados, ¿No sería en la de Arriaga?
Carlos: Ándele, se me hace que ahí era.
Entrevistador: Bueno y otra cosa que me quiera contar sobre su camino,
¿Qué mas le ha pasado?
Carlos: Nombre si yo le contara todo lo que me ha pasado.
Entrevistador: Pues cuénteme que para eso es esta entrevista.
Carlos: Pué ni por donde empezar. Uno sale de su país porque quiere
encontrar un mejor futuro, pero a veces en lugar de eso uno encuentra cosas que
pué no esperaba encontrar.
Entrevistador: ¿Y qué esperaba usted encontrar?
Carlos: (Pausa.) Un sueño.
Pero aquí en la camino casi todo es muy difícil, la vida de uno peligra mucho.
Te pueden secuestrar, otros te roban, violaciones de mujeres (Pausa.) también de niños. Entonces se
ven cosas muy feas.
Entrevistador: Y a usted, ¿Le ha pasado algo así?
Carlos: A todos nos pasa. Siempre que llego a un lugar nuevo me gusta
convertir a todos los que están ahí en mi familia, porque pué ya ve, uno deja a
la familia de verdad allá en su tierra y estar solo es muy difícil. Entonces
cuando se llevan a alguien es como si se llevaran parte de ti. Cuando te roban,
es como si le quitaran escalones pa’ llegar a ese sueño. Cuando uno ve las violaciones
que se cometen le da tanta impotencia no poder hacer nada que es como si lo
violaran a uno mismo.
Entrevistador: Y entonces ¿No sería más fácil encontrar un trabajo en
su país, estar más seguro al lado de su familia?
Carlos: Pué si, sería más fácil si se nos dieran más oportunidades de
trabajo. Fíjese que yo al día ganaba 30 quetzales, eso no le alcanza pa’ la
familia. Claro que me gustaría que las cosas fueran mejores para no tener la necesidad
de viajar a otro país, hacer otra vida. (Pausa.
Se le llenan los ojos de lágrimas, pero las controla.) ¿Usted tiene hijos?
Entrevistador: Si.
Carlos: Pues entonces debería de entender porque hago esto.
Entrevistador: ¿Y por qué no se trajo a su familia? Así por lo menos
estarían juntos.
Carlos: Usted es nuevo en esto, ¿Verdad?
Entrevistador: Emmm si, pero ¿Usted cómo sabe y eso qué tiene que ver?
Carlos: Por sus preguntas, se nota que no ha conocido a mucha gente
que se tenga que ir de su país. A la gente le resulta muy fácil juzgar cuando
no conocen. Piensan que uno se va al Norte por comodidad, pero siguen sin comprender
lo que se tiene que sufrir para llegar a esa “comodidad”, todo lo que uno tiene
que vivir. Si no me traje a mi familia fue porque no quería que vivieran todo
el esto; el calor, el hambre, la sed. Yo no quiero que mis hijos vean todo lo
que yo he tenido que ver. Por eso me voy. Porque quiero que ellos no tengan la
necesidad de irse. (Se ríe como
recordando.) Hice lo mejor que pude en el tiempo que tuve. Siempre pensamos
que habrá más tiempo, pero allá te das cuenta que si no aprovechas tu tiempo
hasta tus hijos lo terminaran pagando.
Entrevistador: Entonces ¿Por eso decidió usted venirse de ilegal?
Carlos: ¿Usted cree que yo quería dejar a mi gente? (Se ríe.) Ilegal. ¿A caso es ilegal soñar?
Mi hija, la mayor, tiene un sueño, ella quiere ser doctora y eso no es ilegal. (Pausa.) ¿Qué usted no tiene sueños? (Suspira.) Mi sueño es mejorar, mejorar
la situación de mi familia, quiero que sean felices. Se sueña con ser libre y
no tener que preocuparse todo el tiempo. Tener una buena vida.
Entrevistador: Y para usted ¿Qué es tener una buena vida?
Carlos: Una buena vida… Pué tener un trabajo, una casita, que comer,
tener a su familia, eso no es ilegal. (Vuelve a reír.) Ilegal. Que feo se
escucha eso. Como si uno lo anduviera haciendo por gusto, por diversión, como
si fuéramos nosotros los que le hacemos daño a la gente. Nosotros no hacemos
nada malo. Y es que no se vale que las gentes tengamos que sufrir tanto…
Entrevistador: Eso se escucha a reproche. ¿Se arrepiente de hacer
esto?
Carlos: No señor, no me arrepiento, lo hago por mi familia. Me
arrepiento de haber nacido tan pobre. Pero de esto no me arrepiento, lo que
pasa es que a veces uno ya no sabe que es peor y se le confunden los sentimientos.
Entrevistador: ¿Cómo?
Carlos: ¿Usted sabe a lo que huele la pobreza, ver a un hijo
enfermarse y no tener pa’ aliviarlo o lo que duele traer la panza vacía?
Entrevistador: (Se queda
callado y observando a Carlos.)
Carlos: Eso es muy feo. Y no solo eso, la gente nunca se pone a pensar
en lo difícil que es dejar a la familia. El miedo que se siente pensar en que
si te vas, tal vez no los vuelvas a ver. Yo deje a mi esposa embarazada del
tercero. Ni lo voy a conocer. Pero también lo hago por ese chamaquito. Porque
uno los ama, y sabe que ellos merecen más, más de lo que uno tuvo. (Suspira.) Luego llega uno acá y ve
todo eso que ya le platique y ya no se sabe que es peor. Por eso digo que me
confundo. (Se queda pensando y un poco
más animado le dice.) Pero tengo fe.
Entrevistador: ¿Fe, en qué?
Carlos: Pué en que las cosas van a mejorar. Que cuando llegue al
Norte, todo va a ser diferente. A lo mejor y nos tardamos, pero al final todo
va a salir bien. Eso me decía mi abuelita, “todo va a salir bien.”
Entrevistador: Se ve que ha sido difícil.
Carlos: Pues si, pero también he conocido gente buena en el camino.
Así como usted. Cuando me subí al tren conocí a un señor que se llamaba Pepe.
Ya era la tercera vez que cruzaba. Él ya tiene su familia allá, nomas que un
día lo agarraron y pué lo regresaron. Se parecía mucho a mi apá y me enseño
muchas cosas sobre que hacer por aquí. Gracias a él varias veces no nos agarró
la migra. Digo porque a veces soy medio distraído y estoy seguro que si no
hubiera sido por él ya me hubieran regresado. Luego llegamos a la otra casa,
allá en Chiapas, y ahí nos separamos. Pepe se fue y yo me quedé dos días más
por esos rumbos. Es que cuando a uno lo tratan bien pué ni ganas dan de irse,
fíjese, ahí me pude bañar después de no se cuanto tiempo, me dieron rompa
limpia y hasta de comer. (Hace gestos
como saboreando la comida.) Cuando se tiene hambre todo sabe más bueno. En
esa casa conocí mucha gente, de muchos países. Había una muchacha que se
llamaba Nora. Ella dejo a su niño de 6 años con su mamá. (Se ríe) Nombre si a veces las mujeres salen más bravas que uno. Viera
todo lo que tienen que aguantar, pero pué ahí siguen, todo por un sueño. Eiii
la gente que conocí ahí fue como una familia, de paso, pero familia al fin y al
cabo. Todos tienen una historia, pero todos creen que haya en el Norte las
cosas van a estar mejor. Y todos tienen una palabra de aliento para ti. Eso me
ayuda a continuar en el camino. (Suspira.)
Terminas dándote cuenta que en todos lados hay gente buena, que te regala de
comer o una moneda, incluso hasta una sonrisa. Por eso sé que todo va a estar
bien…
(Oscuro. Se empiezan a encender
las luces. Ahora se ve un grupo de hombres sentados en unas sillas de aluminio,
uno esta tocando la guitarra, otros fuman y ríen de vez en cuando. El
entrevistador los ve de lejos mientras
también fuma.)
Entrevistador: Se calcula que al año más de quinientos mil
indocumentados cruzan para los Estados Unidos. Pero eso es solo un número, una
cifra. Nunca nos ponemos a pensar en las personas que están detrás de esa
cifra, las familias, las historias, los sueños. Hemos llegado a creer que los
inmigrantes son el problema cuando nosotros como sociedad somos los que los
orillamos a irse de mojados. ¿Quién puede determinar lo que esta bien y lo que
esta mal? Cada vez tenemos menos herramientas emocionales, para comprender a
los demás. Y eso es una de las peores cosas que nos pueden pasar. No debemos
perder la empatía. Estamos acostumbrados a un “orden” que no permite al otro,
al extraño. Tenemos que entender que los otros también somos nosotros. Todos
tenemos derecho a crecer, al desarrollo. La solución no esta en cerrar
fronteras o encarcelando a los migrantes. La solución esta en preocuparnos por
los demás, en exigirle a nuestro gobierno, en involúcranos y dejar de vernos
como extraños. Si nosotros mismos no nos ayudamos, ¿Quién lo va a hacer? (Pausa.) Carlos cambio mi manera de ver
las cosas. Fue el primero en abrirme los ojos, pero no fue el último. Todos los
días llegan muchísimas personas que se han ido convirtiendo también en parte de
mí. He aprendido a valorar a toda esta gente. Los admiro por su valor, por su
fuerza de voluntad para sobrellevar todo este viaje, por su esperanza, por su
fe. (Pausa.) He aprendido mucho de
ellos, como que todos tenemos derecho a algo mejor. Y sobre todo, todos tenemos
derecho a soñar. (Voltea a ver al grupo
de hombres y termina de fumar su cigarro.)
El hombre que toca la guitarra
continúa y empieza a cantar.
Que lejos estoy del suelo, donde he nacido
Inmensa nostalgia invade mi pensamiento
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento
Oh tierra del sol, suspiro por verte,
Ahora que lejos, yo vivó sin luz sin amor,
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento
Inmensa nostalgia invade mi pensamiento
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento
Oh tierra del sol, suspiro por verte,
Ahora que lejos, yo vivó sin luz sin amor,
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento
(Oscuro.)
Contexto:
Saltillo
(Coahuila) a diferencia de Tierra Blanca (Veracruz) se encuentra en el noreste
del país, dado el largo recorrido de los migrantes es primordial llegar lo
más rápido posible a las ciudades fronterizas para cruzarlas. La situación de violencia en México se ha incrementado considerablemente en los últimos años debido a distintos factores, uno
de ellos es la fuerte presencia del narcotráfico principalmente en el norte del
país, el golfo, parte de las costas del pacifico, Michoacán y la frontera
sur con Guatemala. Justamente las vías del tren recorren estos estados debido a
su cercanía con los puertos del país. Como resultado de
la organización de los grupos delictivos se presentan la trata de personas, (migrantes en este caso), sobornos, etc. Por
consiguiente la prioridad de los migrantes es cruzar el país lo más rápido
posible.
Son pocos usuales los días en que en la Casa del Migrante de Saltillo no hay ingreso
de personas. Sin embargo, por lo general todos
los días se registran nuevos
visitantes en una base de datos, que sumado a
otras actividades como: atención medica, alimenticia y acompañamiento
legal son parte de la organización del albergue.
El registro es parte fundamental para el acompañamiento a los migrantes ya que al brindar su información la Casa
puede incidir más fácilmente en las necesidades legales de las personas que han
pasado allí.
Registro.
El proceso de registro a las personas en la Casa del Migrante de Saltillo es similar que en Tierra Blanca. Antes de pasar al registro se les da a las personas de nuevo ingreso una platica de inducción, en la cuál se les dice las normas, funcionamientos y beneficios a los que tienen acceso durante su estancia. Al finalizar se da inicio al registro. ( Es importante hacer énfasis en la población que llega al albergue; debido a las estaciones del año varia la fluctuación de la gente. En los momentos que a mi ha tocado hacer el registro me han llegado aproximadamente 50 personas, contrastan con las fechas de invierno que por lo general no rebasan los 10. El número de personas influye en la profundidad de la entrevista ya que las actividades propias de la casa requieren de presencia física de los voluntarios y hay que atenderlas, lo cual puede apresurar el proceso de registro.)
El registro da inicio en un pequeño cuarto oscuro, dentro hay un escritorio y dos sillas (sin nada que se interfiera entre ellas). Lugar, fecha y año de nacimiento, números telefónicos, dirección domiciliaria, destino y si fueron víctimas de algún delito o violación a los derechos humanos son algunos datos que se recopilan en el ordenador. El sitio se presta a tener un dialogo sin interrupciones, uno puede expresarse sin miedo a que alguien más escuche o intervenga en la conversación. Muy fácilmente se puede convertir en una rutina, llenar datos, pasarlos a las instancias que se requieran e irte. Aunque el contacto entre semejantes en estos días cada vez va evitando ser menos debido a la existencia de maquinas fabricadas para resolver situaciones de manera automática; o más intrigante las personas acudimos a un semejante a través de ventanillas (a veces polarizadas) sin poder observar con quién se establece el dialogo, en este tipo de intercambio de dialogo hay cierta resistencia de ambas partes que evade dichos actos de decadencia. Los migrantes que acuden al albergue tienen siempre historias que contar sobre su viaje, en estas narraciones puede ocurrir la ruptura entre lo "que se tiene que hacer (registrar)" y lo que pude convertirse en un acercamiento profundo.
Lo literal y lo sintomal:
El texto nos ofrece conocer el proceso de la entrevista. Al principio hay una serie de preguntas que se convierten en datos y posteriormente a archivos que se quedarán almacenados en una computadora, así cuando sea necesario se podrá recurrir a ellos y recordar a Carlos. Mientras el entrevistador ejerce su oficio logra establecer una charla con Carlos más allá que la rutina de cuestionamiento y como resultado del dialogo logra obtener un punto de vista distinto al que tenía antes de comenzar su encuentro con el otro(lo literal). Pero ¿ qué pudo pasar para que el entrevistador dejara de capturar datos y empezara a prestar una atención más profunda a Carlos?
El escribir mientras uno escucha a una persona requiere de prestar atención a la información que se transcribe para no alterarla y cumplir con el objetivo principal que es elaborar un archivo. Hay que señalar que mientras el entrevistador escribe, solamente presta atención a los datos requeridos por la encuesta establecida, pero cuando establece total atención a la escucha del Carlos, la situación evoluciona. Deja de ser una entrevista para tornarse en la apertura al otro a través de la escucha, solamente de esta manera puede ( el entrevistador) darse cuanta sobre el sujeto (Carlos) y su condición humana, ya que no hay más concentración que la del momento en las palabras del entrevistado. Los dos tipos de expresión de lenguaje la escritura y la escucha se complementan e inciden en el despertar la conciencia de una persona (lo sintomal).
La confianza puede observarse también desde las dos lecturas que propuse en el inicio. Es claro que al estar a expensas de la incertidumbre en un viaje tan largo y peligroso como el que emprenden los centroamericanos para llegar a Estados Unidos requiere de ciertos cuidados. Uno de ellos es la información de uno mismo, ya que en cualquier situación de peligro en la cual un sujeto pueda estar la identidad le puede apoyar para ser atendido, ya que hay "papeles" o "documentos" que cercioran su "identidad". Dicha identidad es necesaria para hacer el registro, la información es confiada a un semejante con la esperanza total de que en un sitio en un país extranjero pueden recurrir en caso de ayuda. ¿Por qué creer en una persona que supone acompañar durante cierto tiempo a otro? ¿ Por qué darle datos que pueden significar la vida o muerte no solo de una familia o de un individuo a una persona?
La gente confía en si misma, especialmente cuando la supervivencia es la rutina del tiempo que llegue a prolongarse un viaje internacional. En mi experiencia me he dado cuenta que la confianza en una persona es la entrega de tu persona a otra, sin condición, con el anhelo de sentirse acompañado durante cierto tiempo. La apertura de una persona hacía otra represente el rencuentro con el otro en uno mismo debido a que los problemas de un individuo se tornan problemas que tienen lugar en un todo y por consecuente afectan de alguna manera al entorno.
Hay contextos en los cuales la única opción de sobre-vivencia es el tener fe en la gente que te rodea, al entregarla hay cierta sensación de esperanza en el otro que argrandece la existencia de una manera espiritual.
El otro y su identidad.
Es importante hacer énfasis en la lectura sintomal sobre las preguntas del registro que se muestra en la obra, en especial las que ofrecen datos sobre el sujeto. El "migrante" es la denominación general de las personas que se encuentran dentro del albergue, sin embargo, al hablarle por su nombre los convierte en sujetos, no simplemente en un grupo de gente.
El estar en la Casa del Migrante sensibiliza el trato con "el otro", volviéndose un trato entre iguales. Generalmente tendemos a relacionarnos de manera reservada con la gente desconocida o marginada, las reacciones son desconfianza, miedo, lastima y supuesta comprensión. La clase social "normal" ha convertido "anormal" a toda clase o individuo que no cumpla los requisitos "normales" para formar parte de un grupo, al no tener los requisitos necesarios tiene ( la clase social "normal"/"media"), el compromiso "moral" de "enseñarles" o darles aperitivos para que se involucren poco a poco a dicho grupo. Hay barreras principalmente económicas y sociales que son limitantes para encuentros con el hombre, sin embargo hay puntos de resistencia. Posada Belén es uno de ellos, dentro de un sitio en el cuál las 24 horas y 7 días de la semana se comparte la vida con semejantes da como resultado un cambio-evolución sobre como estar con la gente. Ya no existen barreras sociales, se comparte el mismo espacio, ni las barreras económicas, vivimos con los servicios de la casa, ni barreras materiales, con el tiempo los objetos más útiles son los que se ocupan sin pretender nada más que el simple uso necesario para el día. Estas adaptaciones resultan ser producto de un proceso, en el cual el contacto con el otro se convierte un trato con el hombre mismo, ya no con "los migrantes", los "pobres" o los "vulnerables". Incluso en la "normalidad" surgen preguntas sobre acciones que suceden que parecen "normales" y afirmamos su "normalidad" haciendo a un lado cualquier cuestionamiento sobre dichos actos.
Erich Fromm habla sobre el amor fraternal, ( amor entre el hombre mismo) y la manera en que se manifiesta; en el albergue sucede esta manifestación a través del otro de una manera singular. En un pasaje que describe Viktor Frankl en su libro El Hombre En Búsqueda del Sentido, narra como en su estancia en un campo de concentración observa a un pájaro y esté le recuerda a su esposa y el amor que sentía en ese momento por su cónyuge. La conexión que existe entre el pájaro y su amada es una muestra de como surge el amor por el otro a través de cualquier ser, no solamente del otro, el amor propio también se revela. Este tipo de experiencias sensibilizan la estancia en el presente y comprende de un entendimiento de la conexión del individuo con el todo de una manera no solamente racional sino también emocional.
La escucha atenta y la lectura sintomal nos ofrecen un esfuerzo de liberación ante la opresión establecida por el poder que nos tiene cegados ante la realidad. En nuestra suposición de conocimiento ante la información que se nos es otorgada por instituciones educativas o enciclopedias no solamente hay que aprenderlas, el cuestionamiento sobre ciertas afirmaciones deben ser también parte de nuestra formación, así como la escucha atenta. Ambas modalidades requieren cierta sensibilidad para observar lo "invisible", y escuchar " los silencios" que en nuestra vida se manifiestan en la cotidianidad pero que por diversas situaciones nos mantenemos cegados. El contacto con el hombre es una manera para acercarse a la liberación.
JAGordilloL.
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