31-10-2012
Caravana de madres centroamericanas
en la casa del migrante, Saltillo - Coahuila.
Bring the boys back home. Don't leave the
children on their own. (Roger Waters).
La Caravana.
El
pasado veinte de octubre del presente año se presentó la “Caravana de Madres
Centroamericanas en Busca de sus Hijos Desaparecidos en México” en Saltillo-Coahuila,
(México). Su estancia duró desde las diez de la mañana hasta las ocho de la
noche. Se presenciaron distintas actividades entre los migrantes residentes del
albergue y las madres. Fray Tomás Gonzáles junto con Raúl Vera, Pedro Pantoja,
miembros de la casa del migrante de Saltillo y del movimiento participaron en
una rueda de prensa en la cual se le hace un llamado a distintas instituciones
públicas para tener mecanismos de búsqueda e investigación para contrarrestar
la presente problemática.
Madres
en la Casa del Migrante.
Preparación.
Días
previos al arribo de la caravana surgieron los preparativos internos de la casa
del migrante para recibir a las madres. Al saber los itinerarios de la
convivencia organizamos la logística del encuentro. Al recorrer los días se
fueron dejando los pendientes funcionales en forma para el encuentro. Muchas
dudas surgían entre los centroamericanos, la inquietud, la emoción y la
incertidumbre se hacían presentes mientras esperábamos la llegada. La noche previa a la llegada de la caravana mientras se
hace la oración antes de dormir, se llega a escuchar entre susurro las
peticiones de los migrantes que hacen por sus familias, por su camino y por la
llegada de sus connacionales, un llamado de unidad a través de la fe.
Las
corrientes de aire de la mañana del veinte de octubre ondeaban las cinco
banderas (México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua) representativas
del encuentro. A las diez de la mañana se llega a vislumbrar a través del
portón de la casa a una multitud de gente que aumenta con el paso de los
minutos. Dos filas paralelas de centroamericanos se hacen presentes, desde la
entrada hasta la mitad del patio del albergue. Las madre ingresan, los
migrantes las reciben con aplausos y admiración.
La
Llegada.
Tras
el ingreso de la caravana a la casa y su primer contacto con los migrantes se
presentaron formalmente y de inmediato se les invitó a tomar el desayuno en el
comedor donde las esperarían con huevo, frijol, tortillas y café. Con actitud
de servicio y empatía migrantes ayudaban a servir la comida a las madres. Los
sentimientos de los presentes se agitan, sus madres se hacen presentes no
solamente en pensamientos, las ven, las sienten, hablan con ellas, se dejan
acobijar. En acercamiento las
preocupaciones y recuerdos toman su lugar en aquel presente en el cuál no
solamente físicamente; hay un contacto de amor materno e incluso fraternal. En cada
cruce de miradas se hace un puente de almas que se encuentran unidas por
factores distintos. Seres en búsqueda de la liberación encontrados y
relacionados por un suceder en esta realidad llena de incertidumbre y
atrocidades. Justamente ese encuentro, ese contacto es lo que mantiene viva la
fe y es el motor evolutivo de la conciencia del hombre.
Al
finalizar el desayuno el comedor pasaría de ser un sito de compartimiento de
alimentos a un escenario de encuentro entre las instituciones gubernamentales y
las madres para tener un diálogo, expresando así sus reclamos, dudas y
peticiones así como las respuestas de las autoridades. La junta da inicio con
presentaciones de ambas partes seguido por la presentación de todos los casos.
Al concluir, autoridades toman
acción y comienzan a pedir datos sobre los desaparecidos para así emprender la búsqueda de estos. La información es archivada para que en algún momento se
intervenga en ella.
Es
interesante la postura que toma la
caravana frente a las autoridades, ya que deja de ser pasiva y paternal
evolucionando a ser un agente activo y autónomo en algunos aspectos. Cumplen
con el labor de compartir sus inquietudes, dudas, diferencias, aciertos y
reclamos con las autoridades, sin embargo no solamente se queda en petición. El
movimiento en si es impulsado por sí mismo y va en búsqueda de su objetivo sin
parar. El hablar a nivel institucional es, la mayoría de las veces, un
fastidio. Sin embargo, la gran demanda existente que hay para la reforma o
invención de mecanismos que sirvan para mermar la problemática a nivel
institucional ha ayudado que a posteriori se pueda lograr algún avance sobre
ello. Hay un despertar de la conciencia civil bastante alarmante, la
colectividad se va descubriendo la necesidad del hombre de salir de la
oscuridad en la que nos encontramos. El unirse por una causa humana donde el
motor que tiene es la fe y el acompañamiento de la gente misma es un
vislumbramiento de esperanza e iluminación.
Fotografías.
Después
del diálogo de la caravana y las autoridades, las madres colocaron las fotos de
sus familiares desaparecidos en el piso y unos lazos. Aproximadamente unas 200
fotografías expuestas puestas con esperanza de que alguien identifique alguna
de ellas. Los migrantes se acercan a observar los distintos rostros, comentan
entre ellos y se preguntan si han visto a algún sujeto en su recorrido. La
ponencia de fotografías es una puesta que expresa la realidad de la
problemática. Simula un muro que llama la atención, es la exclamación de que
hombres y mujeres están siendo desaparecidos, un reclamo a que se atiendan los
casos propios de las desapariciones, un grito ahogado que despierta en los
espectadores aquella conciencia y empatía humana que la oscuridad nubla cegando
y alternado nuestros sentidos, alterando nuestra relación con el ser. Un
hondureño alza una fotografía, la observa con atención. El aura de la imagen
hace conexión con la del centroamericano entrelazando caminos y posibles
futuros, la relación con el otro se forja por el reflejo manifestado en un
semejante. El aire sopla con fuerza provocando la caída de varias fotografías,
inmediatamente son acogidas por los videntes, no es permisible ya el despojo
que conlleva al olvido.
Conferencia de Prensa.
La
conferencia de prensa estuvo llena de aclaraciones por parte de las autoridades
y el movimiento sobre sus posturas frente a la problemática. La aparición de
Raúl Vera y las demandas que proclamaba debido a la inexistencia de mecanismos
que atiendan los sucesos se llevó la total atención mediática. En este momento
las madres no se encontraban presentes en el sitio donde se realizaba los
discursos para los medios. Los testimonios institucionales absorben toda la
atención mientras que las madres, las afectadas directamente acuden a los
registros de la casa del migrante para buscar o localizar a sus parientes. De
nuevo activas, no solamente en el tema discursivo, también activas en la praxis
demuestran su iniciativa. Ellas saben que no pueden confiar totalmente en las
autoridades ni en las instancias institucionales, por si mismas y sus medios
elaboran su mecanismo de rastreo e intercambio de información.
Convivencia
Entre las Madres y los Migrantes.
Aproximadamente
a las cinco de la tarde se organiza una convivencia entre los migrantes y las
madres representativas de la caravana. Se reúnen en varios círculos para
compartir sus experiencias y vivencias. Ambas partes relacionadas con el
proceso de migración de manera distinta comentan las distintas dificultades
existentes para realizar el viaje. Logré escuchar el testimonio materno de
Nuñez (hondureño que reside en el albergue). Nuñez narra la historia de la
relación materna que ha tenido, durante la plática hay un momento de silencio,
la sonrisa del centroamericano representa una nueva manera de ver su situación
materna. Logra comprender el amor materno y desde su interior logra a pesar de
todo lo sucedido expresar el amor a su madre y la necesidad de un contacto con
ella. Al igual que Nuñez, logro interiorizar aquellas palabras y experiencias
comprendiendo a través del otro, mi propio conflicto e increíblemente debido a
ese contacto, a través de la narración de sus testimonios logré despertar una
visión de reconciliación conmigo y mi madre.
Terminando
las pláticas en grupo se formó un gran círculo cuyo objetivo era expresar los
sentimientos o pensamientos obtenidos de la actividad anterior. Es
impresionante el observar al hombre conmovido y unido, incluso conectado,
viviendo el momento, agradeciendo con la manifestación de amor al prójimo.
Las
Vías.
Previo
a la despedida de la caravana, varias madres se juntan y me piden que las
acompañe a las vías del tren, (localizadas a cien metros del albergue). Un
grupo de veinte madres junto conmigo vamos caminando hacía las vías cuando “La
Bestia” anuncia su llegada. ¿Casualidad?, ¿Destino? Apresuramos el paso para
observar el medio de transporte ocupado por los migrantes. La velocidad del
tren desciende y obtiene la atención de todos los presentes, la imaginación se
hace presente e imagina todo lo que esa carrocería de acero ha pasado. Es el
enfrentamiento de las madres con el asesino y con el medio de esperanza que
representa La Bestia. Al pasar el último vagón del tren las madres vislumbran el continuo camino
hacia el norte. De regreso, caminamos juntos. Al fin puedo sentir el
acompañamiento de las madres y mi acompañamiento hacía ellas. Y eso no
significa crear manifestaciones o ruedas de prensa, simplemente el caminar a
lado de ellas abriéndote a la conexión de puentes del alma creados por la
voluntad de servicio. El andar sobre el camino que va forjando nuestro presente
y nuestras acciones compartido por un semejante, es un sentimiento humano más
allá del contacto físico.
Despedida.
Como fueron recibidas las madres en el albergue,
con aplausos, son despedidas de igual manera. Bendiciones por parte de las
integrantes de la caravana hacía los centroamericanos marcan la experiencia. De
nuevo la fe toma su papel como factor principal en el contacto entre hombres.
Se
siente una atmósfera conmovida, el pasado reclama su lugar en el presente y un
posible lugar en el futuro. Al conocer la problemática y dejar de ser ignorante
hay un compromiso ético de frenar la indiferencia del tema. El “simple”
acompañamiento de personas es útil y reconfortante. El interiorizar este tipo
de sucesos deja de tener un acercamiento totalmente catártico e invoca la
participación como agente interno. En el momento de encuentro pasamos a ser
parte de su realidad, nos volvemos participativos. Cada quién decide hasta qué
punto se participa y la manera.
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