miércoles, 30 de enero de 2013

"Encuentros".


29-01-2013

"Encuentros pre-ocaso".


Presentación:

"Encuentros" narra pequeñas historias sobre las platicas que tengo con las personas albergadas en la Casa del Migrante. La mayoría de ellas esporádicas y curiosamente resultado de un simple cruce de miradas o un saludo. La mayoría de estas platicas han surgido mientras el ocaso se hace presente en las tardes de Saltillo. 




"Xelaju"(Bajo las diez colinas).



Casa del Migrante Saltillo - Coahuila.


Al rededor de las cinco de la tarde mientras Jesús (voluntario de la Casa del Migrante) y yo conversábamos sobre nuestros pendientes, Cornelio se atraviesa entre nosotros haciendo un ademan de saludo. Jesús le corresponde al igual que yo e inicia la platica. Preguntas como su lugar de origen, destino, tiempo en la casa y el viaje son las iniciadoras de una platica que durará dos horas. Cornelio Ixcoy Sontay es originario de Quetzaltenango - Guatemala. Nos narra que es su segundo intento por "cruzar el charco" (cruzar la frontera México-Eua a través de la frontera natural Río Bravo), debido a que anteriormente ha sido deportado desde Houston. 

A partir de edad muy temprana Cornelio inició su experiencia laboral en las fincas de café de su padre. Dichos campos de cultivo quedan a dos horas a pie del hogar de la familia de Cornelio. Diario se levantaba a las cinco de la mañana para iniciar la travesía hacía el sitio donde trabajaba.

 -Caminar es bueno para el corazón, hace el cuerpo fuerte- me comenta mientras narraba la rapidez y el gusto que tiene por caminar-.

Mi inquietud por su vida en el campo llevo al guatemalteco a extenderse en su descripción del cultivo de distintos frutos, por ejemplo, me comentaba que el café solamente se da una vez al año y es el cultivo que más remuneración económica tiene. Sin embargo, mientras las fechas del cultivo del café llegan, el plátano, el melón y la sandia, son frutos que requieren aproximadamente veinte días o un mes para su cultivo. 

La relación entre la tierra y el hombre para los "K'iche's" (etnia indígena de Guatemala), comenta Cornelio, es distinta a la de las grandes ciudades y pueblos. Narra que su padre ( de 75 años) continua vistiendo los trajes típicos de la región y realizando ritos antiguos, por ejemplo, bañarse en aguas termales con hojas de plátano o cualquier fruto, pues, este acto es símbolo de renovación corporal para seguir trabajando la tierra sin malestares.
Practicante del dilecto K'iche, Cornelio me comenta lo importante que es mantener viva la tradición indígena que ha sobrevivido durante cientos de años. Mientras me comentaba el significado de algunas palabras y la similitud con el nahua en los pueblos mexicanos, recordó una experiencia mientras estuvo en la cárcel de Estados Unidos. Comenta que al ingresar a prisión, los policías les dicen a los reos las normas existentes, una de ellas es que todas las llamadas quedarán grabadas por seguridad del Estado estadounidense; al comunicarse con su familia hablaba su dialecto burlándose de los policías que se encontraban escoltándolo mientras se comunicaba con su familia.

-Pinches putos, ni me entendían. Deben de ir hasta Guatemala para investigar el significado de mis palabras "- comentaba Cornelio riendo al contarme su anécdota. 

En su estancia reciente en Guatemala ( noviembre y diciembre del 2012) me comentó que acudió con su familia a presencia el 21 de diciembre junto con varias etnias de indígenas a una explanada.

-Muchas culturas e idiomas convivían en un sitio haciendo tributo al viejo calendario maya- comentó. 

La guerrilla de Guatemala, conflicto civil armado (1960-1996) es parte de la historia de Cornelio.

-"Yo tenía 14 años cuando los soldados me obligaron a participar en la guerra. Yo iba de camino a trabajar con mi leña para la fogata, cuando derrepente los hijos de la chingada me treparon a la caminata junto con 4 jóvenes más. Llegamos a una bodega en la que habíamos 70 o 75 niños secuestrados sin saber donde estábamos. Lloré mucho, tenía miedo, aún era niño. El primero al mando nos gritaba: !Ya no esta ni papá ni mamá ni nadie más que nosotros defendiendo al país! Luego nos dijo que nos alimentáramos bien, yo estaba muy asustado y le dije que ya había comido y me dijo: dos días sin comida pues. Me los aguante. 
3 meses de entrenamiento en la montaña fueron antes de iniciar la persecución de los guerilleros ahí en el monte,. Mientras estábamos buscándolos una metralleta se disparo contra nosotros, después de correr y escondernos nos dimos cuenta que era una trampa hacía nosotros...La guerrilla no se metía con los jóvenes de ese entonces, solamente se dedicaban a matar al primero en mando, el mero chingón. Sabían que nosotros éramos del pueblo, indígenas pues. 
No podía salirme del ejercito, sino mataban a mi familia. Tras ser teniente y finalizar la guerrilla me largue de ahí con mi familia a seguir caminando y trabajando.
Tras escuchar su experiencia de la guerrilla iniciamos una charla sobre los altos mandos del ejercito, en general, del poder y sobre su incidencia en la población. Cronelio decía que justamente los de "arriba" eran los criminales reales. Él lo había vivido y visto con su experiencia militar. En tono de burla me narraba su aprensión en Estados Unidos.

-"¿Cómo es posible que me encierren a mi y no al hijo de la chingada del teniente que hacía creer que las muertes causadas en la guerrilla eran por parte de los guerrilleros?"-. 

Concluimos que el discurso de la "justicia" no solamente era violado en la práctica, también ahora algunos actos represivos y retrogradas se les da seguimiento ante las cámaras de senadores para se legalizadas y así convertir "delitos" en actos permisibles. ( Un claro ejemplo es la ley vigente de Estados Unidos que permite la posesión de armas a particulares). La justicia es el medio para llegar a la armonía respetando la diferencia y no para venganzas, concluimos. 

Los encuentros e intercambios de miradas, palabras y abrazos pueden revelar sabiduría y conocimiento. No hace falta ser un gran intelectual para aprender distintas acciones o reflexionar sobre algún tema o suceso histórico. No solamente el aprendizaje se hace presente en dichos encuentros inesperados, también hay una sensación de pertenencia al todo. Al estar vivo cualquier suceso que se presente afecta a todo individuo y ser habitante de la tierra de alguna manera. El que nos afecte, inherentemente nos conecta con sensaciones o pensamientos. A través de la imaginación que surge a través de la narrativa de la historia oral pudiera ser que el receptor y el comunicador se conecten en el tiempo ( no lineal) en el sitio donde surgieron las vivencias.


Nota:

Por la tarde del 29 de enero del presente año (2013) llegó a la casa un grupo de estudiantes de secundaria junto con tres profesores a interactuar con diversas actividades con las personas hospedadas. Captó mi atención que jóvenes de 13 a 15 años se involucrarán con la casa y la situación migratoria del país. Muy fácilmente pudieron estar en sus hogares viendo la televisión  en Facebook, jugando X-BOX, en el cine o cualquier otra actividad acostumbrada a realizar por adolescentes de clase media. 
La juventud en los resientes meses ha demostrado que no solamente cumple su papel pasivo, también juegan un papel activo ante la sociedad. A finales del año pasado estudiantes de distintas universidades de México se organizaron para formar el movimiento #YOSOY132 y ahora estudiantes de secundaria se involucran en una realidad que también forma parte de ellos aunque los distintos distractores y servomecanismos se esfuercen por cegarla. 
Deja de ser un simple discurso el poner la esperanza en los jóvenes en el momento en el que toman la iniciativa y se ocupan ante las adversidades que da cierta realidad. Promover el acercamiento a actividades que proporcionen un punto de vista amplio y consiente es la tarea que tenemos las personas involucradas más a fondo en estas acciones. 


JAGordilloL



domingo, 27 de enero de 2013

"El Sueño" - El primer contacto con el otro.

16-01-2013


"El Sueño" - El primer contacto con el otro.


“Yo creo que, entre nosotros, el gesto teórico, más que a la construcción de una teoría debería conducirnos a la construcción de un modo de situarnos ante los textos, o de constituirlos: un modo de leer, de escuchar, de acomodar nuestro ritmo al ritmo del objeto; en suma, una disposición. Una disposición poética, como hay -como debiera haber- una disposición semiótica, psicoanalítica, antropológica o filosófica. El objeto de esa disposición escuchante, percibiente, es la palabra o, mejor dicho, el lado oscuro de la palabra, lo que la palabra está diciendo pero que todavía no escuchamos porque nuestra atención es insuficiente.”
“Lo que no se alcanza a oír es lo que tiene que ser escuchado” Raul Dorra








El ser voluntario en la casa del migrante conlleva a conocer a muchas personas involucradas en proyectos, estudios, movimientos e investigaciones sobre temas similares o de otro orden. Esta relación enriquece la experiencia en el labor diaria y en los puntos de vista sobre algún tema o experiencia. Ana Daniela Sandoval Fernández nos comparte su guión para una obra en un acto  que aborda el tema de la "migración",  la presento a continuación seguida de una intervención reflexiva sobre el primer contacto entre una persona en proceso de migración y un voluntario ( en este caso desde el contexto de la Casa del Migrante de Saltillo).
El propósito de estos textos es hacer manifiesta una de la muchas formas en que el contacto con los migrantes, a través del servicio voluntario, permite el acercamiento con personas, nombres y testimonios que hacen posible poco a poco, con el habla y la escucha, el contacto solidario con el otro.  A partir de las labores de rutina que establecen el orden y determinan las conductas en la recepción de nuevos visitantes se hace presente con una mirada, una palabra quebrada o un profundo y breve silencio el testimonio del otro cuyo nombre propio descubre a aquel (Leonidas, Richard,  etc.) que hasta ese momento solo era reconocido como el “migrante.”
Habla y escucha, el primer contacto con el “migrante”, es lo que nos da el encuentro con el otro, acaso por que también nos recuerda que es lo que nos distingue como humanos del resto de los seres vivos, aunque con demasiadas distracciones y simulaciones olvidamos el milagro que hay en este contacto. 

El lector puede acercarse a la obra a partir de muchas lecturas, dos de ellas son : la literal y la sintomal. "[...La lectura literal, lectura a letra para aprobar exámenes, estimulada y premiada, lectura que da respuestas pertinentes a las preguntas prefiguradas por el texto que se lee, única lectura que interesa a los maestros y cenistas...]
[...La lectura sintomal, que no busca en el texto un conjunto de respuestas sino que tiende a producir preguntas. Para la lectura sintomal lo que está escrito es un efecto, un producto de una serie de determinantes cuyo mecanismo debe esclarecer...]
(Psicología: Ideología y Ciencia. Braunstein A. Néstor, Pasternac Marcelo, Benedito Gloria, Saal Frida. Editorial Siglo XXI, vigesimosegunda reimpresión .1975. Pág 331.)

A partir de los dos modos de lectura señalados se va a profundizar en la obra cuestionando acciones que surgen en la narración y en la realidad para obtener distintas ópticas sobre el tema a tratar. En este caso el registro de personas en un albergue y el contacto con el otro. También este par de formas de lectura puede relacionarse con el habla y escucha atenta que se origina al transcurso de la relación con  las personas en el albergue.




El Sueño.
(Obra didáctica en un acto)
2012
Ana Daniela Sandoval Fernández.
Para todos aquellos que se van                                                                                                                                                              en busca de un sueño.

Personajes:
Carlos, 25 años.
Entrevistador, 30 años.



Acto Primero.
Carlos, un joven guatemalteco, acaba de llegar a la casa del migrante en Tierra Blanca, Veracruz. El calor es intenso, pero después de todo el tiempo que Carlos a pasado sobre el tren parece ya no molestarle tanto. En la escena hay tres escritorios y un ventilador viejo. Entra y sale gente, hombres mujeres y niños, no muy limpios y con ánimos cansados, todos a ser entrevistados para poder pasar unos días en la casa.

(Se abre el telón. Oscuro, se escucha el sonido del tren, después una voz.)
Carlos: A veces me gustaría que la vida fuera un sueño, así cuando no me guste podría simplemente despertar. (Se escuchan muchas voces, y el sonido de la gente en una oficina, papeles, el tecleo de las computadoras. El sonido va  bajando conforme la luz va apareciendo. Entra Carlos; trae unos pantalones rotos, una camisa deslavada, botas de trabajo y una mochila. Se dispone a esperar su turno y observa a todas las personas que están dentro de la oficina.)
Entrevistador: ¡Siguiente! (Toma unas hojas y se abanica con ellas)
Carlos: (Caminando hacia el escritorio y estirando la mano) Buenas señor.
Entrevistador: Buenas, siéntese. (Voltea a la computadora que ya se ve vieja.) ¿Nombre?
Carlos: Carlos García López.
Entrevistador: ¿Edad?
Carlos: Veinticinco.
Entrevistador: ¿De qué país viene?
Carlos: Guatemala.
Entrevistador: ¿Departamento?
Carlos: Sacatepéquez.
Entrevistador: ¿Municipio?
Carlos: Alotenango.
Entrevistador: ¿Para dónde va?
Carlos: Pué para Estados Unidos.
Entrevistador: (Voltea a verlo con desesperación y poca paciencia.) Pero a que parte de Estados Unidos.
Carlos: Aaaah, a Los Ángeles, señor.
Entrevistador: ¿Ha pasado por alguna otra casa?
Carlos: ¡Si¡ Por una que estaba en…No recuerdo el nombre, creo que seguía en Chiapas, es que uno pasa por tantos lugares que ya no sabe si sigue en el mismo departamento…
Entrevistador: (Lo interrumpe.) Estado…En México se llaman Estados, ¿No sería en la de Arriaga?
Carlos: Ándele, se me hace que ahí era.
Entrevistador: Bueno y otra cosa que me quiera contar sobre su camino, ¿Qué mas le ha pasado?
Carlos: Nombre si yo le contara todo lo que me ha pasado.
Entrevistador: Pues cuénteme que para eso es esta entrevista.
Carlos: Pué ni por donde empezar. Uno sale de su país porque quiere encontrar un mejor futuro, pero a veces en lugar de eso uno encuentra cosas que pué no esperaba encontrar.
Entrevistador: ¿Y qué esperaba usted encontrar?
Carlos: (Pausa.) Un sueño. Pero aquí en la camino casi todo es muy difícil, la vida de uno peligra mucho. Te pueden secuestrar, otros te roban, violaciones de mujeres (Pausa.) también de niños. Entonces se ven cosas muy feas.
Entrevistador: Y a usted, ¿Le ha pasado algo así?
Carlos: A todos nos pasa. Siempre que llego a un lugar nuevo me gusta convertir a todos los que están ahí en mi familia, porque pué ya ve, uno deja a la familia de verdad allá en su tierra y estar solo es muy difícil. Entonces cuando se llevan a alguien es como si se llevaran parte de ti. Cuando te roban, es como si le quitaran escalones pa’ llegar a ese sueño. Cuando uno ve las violaciones que se cometen le da tanta impotencia no poder hacer nada que es como si lo violaran a uno mismo.
Entrevistador: Y entonces ¿No sería más fácil encontrar un trabajo en su país, estar más seguro al lado de su familia?
Carlos: Pué si, sería más fácil si se nos dieran más oportunidades de trabajo. Fíjese que yo al día ganaba 30 quetzales, eso no le alcanza pa’ la familia. Claro que me gustaría que las cosas fueran mejores para no tener la necesidad de viajar a otro país, hacer otra vida. (Pausa. Se le llenan los ojos de lágrimas, pero las controla.) ¿Usted tiene hijos?
Entrevistador: Si.
Carlos: Pues entonces debería de entender porque hago esto.
Entrevistador: ¿Y por qué no se trajo a su familia? Así por lo menos estarían juntos.
Carlos: Usted es nuevo en esto, ¿Verdad?
Entrevistador: Emmm si, pero ¿Usted cómo sabe y eso qué tiene que ver?
Carlos: Por sus preguntas, se nota que no ha conocido a mucha gente que se tenga que ir de su país. A la gente le resulta muy fácil juzgar cuando no conocen. Piensan que uno se va al Norte por comodidad, pero siguen sin comprender lo que se tiene que sufrir para llegar a esa “comodidad”, todo lo que uno tiene que vivir. Si no me traje a mi familia fue porque no quería que vivieran todo el esto; el calor, el hambre, la sed. Yo no quiero que mis hijos vean todo lo que yo he tenido que ver. Por eso me voy. Porque quiero que ellos no tengan la necesidad de irse. (Se ríe como recordando.) Hice lo mejor que pude en el tiempo que tuve. Siempre pensamos que habrá más tiempo, pero allá te das cuenta que si no aprovechas tu tiempo hasta tus hijos lo terminaran pagando.
Entrevistador: Entonces ¿Por eso decidió usted venirse de ilegal?
Carlos: ¿Usted cree que yo quería dejar a mi gente? (Se ríe.) Ilegal. ¿A caso es ilegal soñar? Mi hija, la mayor, tiene un sueño, ella quiere ser doctora y eso no es ilegal. (Pausa.) ¿Qué usted no tiene sueños? (Suspira.) Mi sueño es mejorar, mejorar la situación de mi familia, quiero que sean felices. Se sueña con ser libre y no tener que preocuparse todo el tiempo. Tener una buena vida.
Entrevistador: Y para usted ¿Qué es tener una buena vida?
Carlos: Una buena vida… Pué tener un trabajo, una casita, que comer, tener a su familia,  eso no es ilegal. (Vuelve a reír.) Ilegal. Que feo se escucha eso. Como si uno lo anduviera haciendo por gusto, por diversión, como si fuéramos nosotros los que le hacemos daño a la gente. Nosotros no hacemos nada malo. Y es que no se vale que las gentes tengamos que sufrir tanto…
Entrevistador: Eso se escucha a reproche. ¿Se arrepiente de hacer esto?
Carlos: No señor, no me arrepiento, lo hago por mi familia. Me arrepiento de haber nacido tan pobre. Pero de esto no me arrepiento, lo que pasa es que a veces uno ya no sabe que es peor y se le confunden los sentimientos.
Entrevistador: ¿Cómo?
Carlos: ¿Usted sabe a lo que huele la pobreza, ver a un hijo enfermarse y no tener pa’ aliviarlo o lo que duele traer la panza vacía?
Entrevistador: (Se queda callado y observando a Carlos.)
Carlos: Eso es muy feo. Y no solo eso, la gente nunca se pone a pensar en lo difícil que es dejar a la familia. El miedo que se siente pensar en que si te vas, tal vez no los vuelvas a ver. Yo deje a mi esposa embarazada del tercero. Ni lo voy a conocer. Pero también lo hago por ese chamaquito. Porque uno los ama, y sabe que ellos merecen más, más de lo que uno tuvo. (Suspira.) Luego llega uno acá y ve todo eso que ya le platique y ya no se sabe que es peor. Por eso digo que me confundo. (Se queda pensando y un poco más animado le dice.) Pero tengo fe.
Entrevistador: ¿Fe, en qué?
Carlos: Pué en que las cosas van a mejorar. Que cuando llegue al Norte, todo va a ser diferente. A lo mejor y nos tardamos, pero al final todo va a salir bien. Eso me decía mi abuelita, “todo va a salir bien.”
Entrevistador: Se ve que ha sido difícil.
Carlos: Pues si, pero también he conocido gente buena en el camino. Así como usted. Cuando me subí al tren conocí a un señor que se llamaba Pepe. Ya era la tercera vez que cruzaba. Él ya tiene su familia allá, nomas que un día lo agarraron y pué lo regresaron. Se parecía mucho a mi apá y me enseño muchas cosas sobre que hacer por aquí. Gracias a él varias veces no nos agarró la migra. Digo porque a veces soy medio distraído y estoy seguro que si no hubiera sido por él ya me hubieran regresado. Luego llegamos a la otra casa, allá en Chiapas, y ahí nos separamos. Pepe se fue y yo me quedé dos días más por esos rumbos. Es que cuando a uno lo tratan bien pué ni ganas dan de irse, fíjese, ahí me pude bañar después de no se cuanto tiempo, me dieron rompa limpia y hasta de comer. (Hace gestos como saboreando la comida.) Cuando se tiene hambre todo sabe más bueno. En esa casa conocí mucha gente, de muchos países. Había una muchacha que se llamaba Nora. Ella dejo a su niño de 6 años con su mamá. (Se ríe) Nombre si a veces las mujeres salen más bravas que uno. Viera todo lo que tienen que aguantar, pero pué ahí siguen, todo por un sueño. Eiii la gente que conocí ahí fue como una familia, de paso, pero familia al fin y al cabo. Todos tienen una historia, pero todos creen que haya en el Norte las cosas van a estar mejor. Y todos tienen una palabra de aliento para ti. Eso me ayuda a continuar en el camino. (Suspira.) Terminas dándote cuenta que en todos lados hay gente buena, que te regala de comer o una moneda, incluso hasta una sonrisa. Por eso sé que todo va a estar bien…

(Oscuro. Se empiezan a encender las luces. Ahora se ve un grupo de hombres sentados en unas sillas de aluminio, uno esta tocando la guitarra, otros fuman y ríen de vez en cuando. El entrevistador los ve  de lejos mientras también fuma.)

Entrevistador: Se calcula que al año más de quinientos mil indocumentados cruzan para los Estados Unidos. Pero eso es solo un número, una cifra. Nunca nos ponemos a pensar en las personas que están detrás de esa cifra, las familias, las historias, los sueños. Hemos llegado a creer que los inmigrantes son el problema cuando nosotros como sociedad somos los que los orillamos a irse de mojados. ¿Quién puede determinar lo que esta bien y lo que esta mal? Cada vez tenemos menos herramientas emocionales, para comprender a los demás. Y eso es una de las peores cosas que nos pueden pasar. No debemos perder la empatía. Estamos acostumbrados a un “orden” que no permite al otro, al extraño. Tenemos que entender que los otros también somos nosotros. Todos tenemos derecho a crecer, al desarrollo. La solución no esta en cerrar fronteras o encarcelando a los migrantes. La solución esta en preocuparnos por los demás, en exigirle a nuestro gobierno, en involúcranos y dejar de vernos como extraños. Si nosotros mismos no nos ayudamos, ¿Quién lo va a hacer? (Pausa.) Carlos cambio mi manera de ver las cosas. Fue el primero en abrirme los ojos, pero no fue el último. Todos los días llegan muchísimas personas que se han ido convirtiendo también en parte de mí. He aprendido a valorar a toda esta gente. Los admiro por su valor, por su fuerza de voluntad para sobrellevar todo este viaje, por su esperanza, por su fe. (Pausa.) He aprendido mucho de ellos, como que todos tenemos derecho a algo mejor. Y sobre todo, todos tenemos derecho a soñar. (Voltea a ver al grupo de hombres y termina de fumar su cigarro.)

El hombre que toca la guitarra continúa y empieza a cantar.

Que lejos estoy del suelo, donde he nacido 
Inmensa nostalgia invade mi pensamiento 
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento 
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento 
Oh tierra del sol, suspiro por verte, 
Ahora que lejos, yo vivó sin luz sin amor, 
Y al verme tan solo y triste, cual hoja al viento 
Quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento

(Oscuro.)







Contexto:


Saltillo (Coahuila) a diferencia de Tierra Blanca (Veracruz) se encuentra en el noreste del país, dado el largo recorrido de los migrantes  es primordial llegar lo más rápido posible a las ciudades fronterizas para cruzarlas. La situación de violencia en México se ha incrementado considerablemente en los últimos años debido a distintos factores, uno de ellos es la fuerte presencia del narcotráfico principalmente en el norte del país, el golfo,  parte de las costas del pacifico, Michoacán y la frontera sur con Guatemala. Justamente las vías del tren recorren estos estados debido a su cercanía con los puertos del país. Como resultado de la organización de los grupos delictivos se presentan la trata de personas, (migrantes en este caso), sobornos, etc. Por consiguiente la prioridad de los migrantes es cruzar el país lo más rápido posible.

Son pocos usuales los días en que en la Casa del Migrante de Saltillo no hay ingreso de personas. Sin embargo, por lo general todos los días se registran nuevos visitantes en una base de datos, que sumado a otras actividades como: atención medica, alimenticia y acompañamiento legal son parte de la organización del albergue. El registro es parte fundamental para el acompañamiento a los migrantes ya que al brindar su información la Casa puede incidir más fácilmente en las necesidades legales de las personas que han pasado allí.


Registro.


El proceso de registro a las personas en la Casa del Migrante de Saltillo es similar que en Tierra Blanca.  Antes de pasar al registro se les da a las personas de nuevo ingreso una platica de inducción, en la cuál se les dice las normas, funcionamientos y beneficios a los que tienen acceso durante su estancia. Al finalizar se da inicio al registro. ( Es importante hacer énfasis en la población que llega al albergue; debido a las estaciones del año varia la fluctuación de la gente. En los momentos que a mi ha tocado hacer el registro me han llegado aproximadamente 50 personas, contrastan con las fechas de invierno  que por lo general no rebasan los 10. El número de personas influye en la profundidad de la entrevista ya que las actividades propias de la casa requieren de presencia física de los voluntarios y hay que atenderlas, lo cual puede apresurar el proceso de registro.)

El registro da inicio en un pequeño cuarto oscuro, dentro hay un escritorio y dos sillas (sin nada que se interfiera entre ellas). Lugar, fecha y año de nacimiento, números telefónicos, dirección domiciliaria, destino y si fueron víctimas de algún delito o violación a los derechos humanos son algunos datos que se recopilan en el ordenador. El sitio se presta a tener un dialogo sin interrupciones, uno puede expresarse sin miedo a que alguien más escuche o intervenga en la conversación. Muy fácilmente se puede convertir en una rutina, llenar datos, pasarlos a las instancias que se requieran e irte. Aunque el contacto entre semejantes en estos días cada vez va evitando ser menos debido a la existencia de maquinas fabricadas para resolver situaciones de manera automática; o más intrigante las personas acudimos a un semejante a través de ventanillas (a veces polarizadas) sin poder observar con quién se establece el dialogo, en este tipo de intercambio de dialogo hay cierta resistencia de ambas partes que evade dichos actos de decadencia. Los migrantes que acuden al albergue tienen siempre historias que contar sobre su viaje, en estas narraciones puede ocurrir la ruptura entre lo "que se tiene que hacer (registrar)" y lo que pude convertirse en un acercamiento profundo.

Lo literal y lo sintomal:

El texto nos ofrece conocer el proceso de la entrevista. Al principio hay una serie de preguntas que se convierten en datos y posteriormente a archivos que se quedarán almacenados en una computadora, así cuando sea necesario se podrá recurrir a ellos y recordar a Carlos. Mientras el entrevistador ejerce su oficio logra establecer una charla con Carlos más allá que la rutina de cuestionamiento y como resultado del dialogo logra obtener un punto de vista  distinto al que tenía antes de comenzar su encuentro con el otro(lo literal). Pero ¿ qué pudo pasar para que el entrevistador dejara de capturar datos y empezara a prestar una atención más profunda a Carlos?
El escribir mientras uno escucha a una persona requiere de prestar atención a la información que se transcribe para no alterarla y cumplir con el objetivo principal que es elaborar un archivo. Hay que señalar que mientras el entrevistador escribe, solamente presta atención a los datos requeridos por la encuesta establecida, pero cuando establece total atención a la escucha del Carlos, la situación evoluciona. Deja de ser una entrevista para tornarse en la apertura al otro a través de la escucha, solamente de esta manera puede ( el entrevistador) darse cuanta sobre el sujeto (Carlos) y su condición humana, ya que no hay más concentración que la del  momento en las palabras del entrevistado. Los dos tipos de expresión de lenguaje la escritura y la escucha se complementan e inciden en el despertar la conciencia de una persona (lo sintomal).

La confianza puede observarse también desde las dos lecturas que propuse en el inicio. Es claro que al estar a expensas de la incertidumbre en un viaje tan largo y peligroso como el que emprenden los centroamericanos para llegar a Estados Unidos requiere de ciertos cuidados. Uno de ellos es la información de uno mismo, ya que en cualquier situación de peligro en la cual un sujeto pueda estar la identidad le puede apoyar para ser atendido, ya que hay "papeles" o "documentos" que cercioran su "identidad". Dicha identidad es necesaria para hacer el registro, la información es confiada a un semejante con la esperanza total de que en un sitio en un país extranjero pueden recurrir en caso de ayuda. ¿Por qué creer en una persona que supone acompañar durante cierto tiempo a otro? ¿ Por qué darle datos que pueden significar la vida o muerte no solo de una familia o de un individuo a una persona?
La gente confía en si misma, especialmente cuando la supervivencia es la rutina del tiempo que llegue a prolongarse un viaje internacional. En mi experiencia me he dado cuenta que la confianza en una persona es la entrega de tu persona a otra, sin condición, con el anhelo de sentirse acompañado durante cierto tiempo. La apertura de una persona hacía otra represente el rencuentro con el otro en uno mismo debido a que los problemas de un individuo se tornan problemas que tienen lugar en un todo y por consecuente afectan de alguna manera al entorno.
Hay contextos en los cuales la única opción de sobre-vivencia es el tener fe en la gente que te rodea, al entregarla hay cierta sensación de esperanza en el otro que argrandece la existencia de una manera espiritual.

El otro y su identidad. 

Es importante hacer énfasis en la lectura sintomal sobre las preguntas del registro que se muestra en la obra, en especial las que ofrecen datos sobre el sujeto. El "migrante"  es la denominación general de las personas que se encuentran dentro del albergue, sin embargo, al hablarle por su nombre los convierte en sujetos, no simplemente en un grupo de gente.

El estar en la Casa del Migrante sensibiliza el trato con "el otro", volviéndose un trato entre iguales. Generalmente tendemos a relacionarnos de manera reservada con la gente desconocida o marginada, las reacciones son desconfianza, miedo, lastima y supuesta comprensión. La clase social "normal" ha convertido "anormal" a toda clase o individuo que no cumpla los requisitos "normales" para formar parte de un grupo, al no tener los requisitos necesarios tiene ( la clase social "normal"/"media"), el compromiso "moral" de "enseñarles" o darles aperitivos para que se involucren poco a poco a dicho grupo. Hay barreras principalmente económicas y sociales que son limitantes para encuentros con el hombre, sin embargo hay puntos de resistencia. Posada Belén es uno de ellos, dentro de un sitio en el cuál las 24 horas y 7 días de la semana se comparte la vida con semejantes da como resultado un cambio-evolución sobre como estar con la gente. Ya no existen barreras sociales, se comparte el mismo espacio, ni las barreras económicas, vivimos con los servicios de la casa, ni barreras materiales, con el tiempo los objetos más útiles son los que se ocupan sin pretender nada más que el simple uso necesario para el día. Estas adaptaciones resultan ser producto de un proceso, en el cual el contacto con el otro se convierte un trato con el hombre mismo, ya no con "los migrantes", los "pobres" o los "vulnerables". Incluso en la "normalidad" surgen preguntas sobre acciones que suceden que parecen "normales" y afirmamos su "normalidad" haciendo a un lado cualquier cuestionamiento sobre dichos actos.

Erich Fromm habla sobre el amor fraternal, ( amor entre el hombre mismo) y  la manera en que se manifiesta; en el albergue sucede esta manifestación a través del otro de una manera singular. En un pasaje que describe Viktor Frankl en su libro El Hombre En Búsqueda del Sentido, narra como en su estancia en un campo de concentración observa a un pájaro y esté le recuerda a su esposa y el amor que sentía en ese momento por su cónyuge. La conexión que existe entre el pájaro y su amada es una muestra de como surge el amor por el otro a través de cualquier ser, no solamente del otro, el amor propio también se revela. Este tipo de experiencias sensibilizan la estancia en el presente y comprende de un entendimiento de la conexión del individuo con el  todo de una manera no solamente racional sino también emocional.

La escucha atenta y la lectura sintomal nos ofrecen un esfuerzo de liberación ante la opresión establecida por el poder que nos tiene cegados ante la realidad. En nuestra suposición de conocimiento ante la información que se nos es otorgada por instituciones educativas o enciclopedias no solamente hay que aprenderlas, el cuestionamiento sobre ciertas afirmaciones deben ser también parte de nuestra formación, así como la escucha atenta. Ambas modalidades requieren cierta sensibilidad para observar lo "invisible", y escuchar " los silencios" que en nuestra vida se manifiestan en la cotidianidad pero que por diversas situaciones nos mantenemos cegados. El contacto con el hombre es una manera para acercarse a la liberación.


JAGordilloL.